Diputado dominicano pide la construcción de un muro en la frontera con Haití

El diputado dominicano Vinicio Castillo sometió hoy, lunes 9 de junio de 2014,  ante el pleno de esa cámara una resolución que solicitaría al Gobierno la construcción de un muro en la frontera con Haití destinado a fortalecer el control migratorio, informaron fuentes legislativas.

Castillo, legislador de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), aliado del oficialismo, pidió a la Cámara de Diputados aprobar su solicitud y declararla de "alta prioridad nacional", ante el peligro que, según dijo, significa el "continuo ingreso de haitianos indocumentados al territorio dominicano".

El diputado, que hace poco asumió el escaño legislativo en sustitución de su hermano Pelegrín Castillo, flamante ministro de Energías y Minas, dijo que, de construirse, el muro tendría pasos para las entradas y salidas que demanden el comercio y otras actividades bilaterales.

El legislador sostuvo que, pese a los esfuerzos de los organismos de seguridad, "es un hecho incontestable la fragilidad y debilidades recurrentes del control migratorio de nuestra frontera con Haití".

Castillo consideró que el plan de regularización de extranjeros, puesto en práctica hace una semana por el Gobierno del presidente dominicano, Danilo Medina, se convertiría en un boomerang para el país, debido a que la mayoría de los miles de haitianos establecidos localmente no reúnen los requisitos de esa iniciativa dirigidos a regular su situación migratoria.

Añadió que la mayoría de los haitianos resultará inelegibles en el proceso, porque no podrán demostrar sus vínculos con el país, y Haití no les dotará de documentos.

"La consecuencia de esta situación será que en el futuro todos esos nacionales haitianos entenderán que el país les niega la regularización, y envalentonados por el respaldo que reciben de la comunidad internacional, producirán una poblada en todo el territorio nacional", señaló Castillo.

El diputado sostuvo que Estados Unidos y otros países han construido de muros en el diseño de seguridad de sus fronteras, sin que esto haya derivado en situaciones de hostilidad o conflictos en las relaciones diplomáticas, económicas y culturales.

República Dominicana y Haití comparten una frontera de casi 400 kilómetros utilizada constantemente para el tráfico de personas, drogas, armas, vehículos y otros delitos, según han admitido las autoridades de ambos países.

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