‘Sin diálogo no existe la revolución ciudadana’

Redacción Política

Paúl Córdova, docente e investigador en temas de participación y democracia

¿Hay   una verdadera revolución ciudadana en el país?

Considero que en el Ecuador se gestó un proceso constituyente. Este  consiste en la posibilidad  de recuperar el poder ciudadano para  transformar  la estructura del país. Ese camino constituyente aún se mantiene  en ejecución.

¿Qué  debe tener una  revolución para ser auténtica?

¿Por qué está aquí?
Su experiencia.  Paúl Córdova  es quiteño de 28 años. Trabaja en proyectos de investigación.  Se desempeñó como asesor en  las mesas de participación ciudadana. Es abogado  y posee un posgrado  en política internacional    
Su punto de vista. La mejor  revolución  se  consigue a través de la democracia.

Un afán directo para apuntalar  a la democracia como una forma de vida.  Eso significa   discutir, debatir y escuchar.  En este punto, lo clave es  procesar los conflictos y eliminar las posiciones egocéntricas y  vanidosas.

El Gobierno, desde que llegó al poder en 2007,   ha difundido el eslogan de la  “revolución ciudadana” a través de todos los medios,   ¿considera que se ha   manipulado  este término?

Este proceso constituyente tiene una gran fuerza mediática. Sin embargo, considero que ese no es el único camino por el cual debe impulsarse este proceso de transformaciones. Hay otros caminos como la sociedad, los sectores barriales, populares y universitarios, que son  importantes para  que la revolución ciudadana  pueda proyectarse desde la prensa. A nivel de medios, es importante destacar que se ha recuperado un espacio de reconstrucción de la política y su discusión. Ese era un escenario que se había perdido.   

La gente asocia a la revolución ciudadana con la imagen del presidente Correa. ¿Cómo perjudicaría  esto a la hora de encontrar otro referente de Alianza País?

Él es un actor importante, pero no es el único y tampoco es quien puede continuar solo con este proceso de cambio. Lo que hace falta es que la gente empiece a apoderarse de sus derechos y la Constitución de sus garantías para que este proceso  se identifique con las aspiraciones del pueblo.

¿Quiere decir que aún no se concreta  el proyecto político del Gobierno?

Vivimos una forma de revolución porque la tradición constitucional de América Latina y de Ecuador  ha sido ese gran divorcio entre el poder ciudadano y el régimen constitucional y democrático de los Estados. Lo que ha hecho este proceso constituyente es recuperar esa forma de activar el poder ciudadano e impulsarlo para asumir los cambios y transformaciones que el país necesita.

¿Cuáles han sido los errores del Gobierno durante este  período de cambios?

Le falta instaurar e institucionalizar mecanismos claros de diálogo con la ciudadanía en general. Creo que se ha equivocado  por carecer de espacios de concertación política a nivel nacional.

¿Qué sugiere?

La implementación  de políticas de diálogo social.  Esa figura  se gestó en la Asamblea Constituyente de Montecristi, pero una vez que concluyó  se ha  perdido la necesidad de buscar nuevos mecanismos de participación. 

El hecho de que el  Gobierno  solo socializa  los planes que ejecuta, ¿le resta credibilidad a  la revolución?

Sin diálogo no hay revolución y  sin concertación no hay  cambios. Sin  la  inclusión de la gente  se pierde la ruta  constituyente.

¿Si el Gobierno  no fomenta  el diálogo y la participación,   la revolución ciudadana  habrá fracasado?

La convierte en   excluyente,  autoritaria, caudillista y  mesiánica porque no incorpora a otros sectores y porque no fomenta la participación y el diálogo.

¿Cuál es el futuro del proyecto político del Gobierno   si no  abre el  diálogo con los indígenas, maestros u otros sectores de la oposición?

En Ecuador existe una ciudadanía activa y  vigilante. Si no se logra dar las transformaciones de forma democrática, la ciudadanía hará ejercer su derecho soberano de salir a   las calles  a  protestar. 

¿Se podría decir que las manifestaciones que anuncian para  los próximos  días le están pasando factura a los errores de la revolución?

Así es, porque tenemos una ciudadanía que está atenta a lo que está pasando en el Ecuador. Cuando ya no existen los canales institucionales para procesar los cambios,  precisamente salen a las calles para exigir rectificaciones y enmendar los errores.  

Uno de los postulados del Régimen  es la despolitización de los organismos  del   Estado.  No  obstante, todavía convive  con las viejas prácticas de la partidocracia  y tiene a funcionarios que pertenecieron a gobiernos anteriores, ¿cómo influye eso en la gestión del Gobierno?

Lo que hace falta en Ecuador es  incorporar a todas las fuerzas ciudadanas para  darle un sentido democrático a este proceso. Si eso no sucede, tenemos que  activar todos los mecanismos de participación,  diálogo y protesta  para recuperar el camino constituyente. 

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