Tegucigalpa. AFP y ANSA
Los hondureños trataban ayer de volver a la normalidad tras la suspensión del toque de queda.
Mientras tanto, el presidente de facto, Roberto Micheletti, anunció ayer que el sábado 18 se reanudará la mediación en Costa Rica, para solucionar la crisis política surgida tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
“Se nos ha informado que posiblemente el sábado seremos convocados de nuevo a Costa Rica”, dijo Micheletti en la posesión del nuevo canciller de su gobierno, Carlos López (ver nota anexa).
Las comisiones negociadoras de Micheletti y del presidente depuesto Manuel Zelaya concluyeron en San José dos días de negociaciones, el viernes. No hubo avances sobre el punto principal: la restitución del Mandatario derrocado, como lo ha exigido la comunidad internacional.
En tanto, EE.UU. reiteró ayer su exigencia de restablecer el orden democrático en Honduras, con la restitución de Zelaya en la Presidencia, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
Sin embargo, Micheletti sigue ignorando las demandas de la comunidad internacional y parece dispuesto a consolidarse en el poder, al que llegó nombrado por el Congreso Nacional, para sustituir al depuesto Zelaya.
Aparte del nuevo canciller, Micheletti designó a Valerio Gutiérrez ministro de Recursos Naturales y también nombró a miembros del Consejo del Instituto de la Propiedad.
En el primer día sin toque de queda desde el golpe, los principales edificios públicos siguieron ayer bajo férreo control militar y aumentó la presión a los periodistas extranjeros.
En las calles, en tanto, disminuyó la intensidad de las manifestaciones a favor y en contra de Zelaya. En la capital hondureña, el Bloque Popular, que apoya al Mandatario depuesto, organizó una marcha hasta la parte sur de la ciudad, que conecta con el aeropuerto de Tocontín, cuyos accesos habían sido bloqueados, según el dirigente Juan Barahona.
Barahona reconoció que ayer llegó menos gente a la manifestación y anunció un acuerdo de los gremios para convocar pronto a un paro nacional , en una segunda fase de la resistencia al golpe.
El gremio de los maestros -aunque dividido- se mantenía ayer como uno de los principales bastiones de resistencia contra Micheletti, pese a que la mayor agrupación de maestros llamó a sus afiliados a retomar las clases. “Buscamos otra estrategia” , advirtió el dirigente Orlando Mejías.