Quienes tienen un daño en la tiroides presentan diversos síntomas. Unas personas presentan cansancio, otras sueño y frío. Y también hay casos en los que la evidencia es su piel, la tienen seca. Igualmente existe una falta de concentración en las labores cotidianas.
Se puede decir que estos síntomas se presentan cuando la enfermedad ya está avanzada. Sin embargo, pueden existir problemas en la tiroides sin que la persona presente ningún síntoma. Ese cuadro se llama hipotiroidismo subclínico. No es posible detectarlo por las dolencias o los problemas que presenta el paciente. Últimamente se está diagnosticando porque en los exámenes de rutina, los médicos también piden un examen para medir los niveles de TSH, una hormona que se produce en la hipófisis pero gracias a la producción de otras hormonas en la tiroides.
La tiroides, que se encuentra en el cuello, puede afectarse cuando una serie de anticuerpos comienzan a destruirla. Al principio los problemas que produce son imperceptibles. Pero los cambios hormonales ya se pueden detectar en los exámenes, porque hay una elevación de la hormona TSH, que normalmente debe permanecer en niveles de entre 0,2 a 4. Si supera estos, hay algún problema en la tiroides. Pero, los síntomas solo se hacen visibles cuando hay una destrucción considerable de la glándula.
Si a alguien se le detecta un hipertiroidismo sin síntomas es necesario que se haga un análisis previo para ver el tratamiento que se debe aplicar, que solo es necesario en ciertas circunstancias.
Una de ellas, es cuando existe un crecimiento generalizado de esta glándula, que se observa a nivel del cuello, o la presencia de pequeñas bolas en el mismo sitio. También es necesario una intervención médica cuando hay personas que tienen alto el colesterol o mujeres que quieren embarazarse.
En el resto de casos no es necesario un tratamiento. Solo hay que observar a los pacientes y practicarles exámenes cada cuatro o seis meses para ver cómo se comportan sus niveles hormonales.
Las consecuencias de un problema en la tiroides depende de la edad de la persona. Por ejemplo, en los niños hay un retardo importante del crecimiento. Tienen problemas de concentración, lo cual se evidencia en su rendimiento escolar. No pueden estudiar bien. Son chicos apáticos y también comienzan a hincharse. Si no reciben un tratamiento seguirán con el problema y podrían empeorar.
En cambio, a los 20 ó 30 años, las mujeres pueden tener problemas para embarazarse o sufrir abortos si lo logran. Todo dependerá del grado de daño de la tiroides. Igualmente, a partir
de los 30 a 40 años, sobre todo en mujeres, comienzan a ganar un poco de peso, tienen cansancio, sueño, frío, piel seca, falta de concentración. Las personas si trabajan con computadoras no pueden concentrarse. Si hacen trabajos físicos, se cansan fácilmente.
El hiportiroidismo es un padecimiento que ocurre por la disminución de la síntesis o elaboración de las hormonas tiroideas, que son vitales para el funcionamiento de las células del organismo. Una de sus funciones es regular el crecimiento y desarrollo de los seres humanos. También mantienen estable la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y la temperatura del cuerpo. También ayuda al metabolismo del cuerpo. La glándula que las produce está localizada en la parte anterior del cuello, bajo la nuez de Adán.
Álvaro Ontaneda, endocrinólogo. 254 5189