Un cementerio en el centro de Quito. Foto: EL COMERCIO
Entre cánticos y ventas, la ciudad vive un nuevo Día de los Difuntos. En el Centro, en la calle Chimborazo la circulación vehicular se reemplazó por el caminar de los deudos de las personas sepultadas en el Cementerio de San Diego, que se abrió en 1868.
Una misa fue uno de los eventos centrales en el campo santo, donde, como cada año, no faltan los vendedores de frascos de vidrio, los pintores de tumbas y quienes alquilan escaleras.
En la plaza de San Diego, en el ingreso al cementerio, el día de los difuso se vive con música bailable y con la presentación de una orquesta.
En los pabellones del campo santo, la Gran Banda Orquesta es una de las agrupaciones que entonan canciones como ‘Collar de lágrimas’, frente a las tumbas. Las tres canciones por USD 10.
En el cementerio de El Tejar, familias enteras acuden a visitar a sus parientes fallecidos. En este lugar, se encuentran sepultados los próceres de la Independencia.