Cientos de fieles participaron en la romería a la Virgen del Quinche. Foto: Paúl Rivas / ÚN
Cada año, miles de ecuatorianos destinan una noche de sus vidas a caminar durante horas por la carretera hasta llegar al Santuario de la Virgen de El Quinche. Este año, la tradición continuó y los peregrinos arribaron a este lugar desde las 00:00 de hoy, sábado 18 de noviembre.
A esa hora fue la primera misa y desde entonces se repitió la ceremonia cada hora durante la madrugada en el Campo Mariano, ubicado en la parte trasera del templo.
Esta es una tradición, sobre todo, familiar. Ese es el caso de María Quiroz, quien tiene 65 años y hace siete que peregrina para agradecer los favores de la Virgen María. “Vinimos con mis hijas y mi esposo. No queremos nada en especial, simplemente dar las gracias y también pedir por la salud de los familiares enfermos”, dijo mientras el padre Javier Piarpuzán ofrecía la homilía de la penúltima misa.
Hasta esa hora, las 07:00, llegaron 23 323 personas, según datos de la Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad del Municipio de Quito. Las personas que venden objetos religiosos aseguran que en esta ocasión –al menos hasta las primeras horas de hoy- ha habido poca afluencia de peregrinos en comparación a otros años. Así lo afirma Luis Granda, quien vende rosarios, escapularios y velas desde hace 20 años. “Yo creo que la gente está perdiendo la fe y también porque había inseguridad. Pero deberían venir porque ahora hay más presencia de policías”, dice el comerciante.
Con 21 años, Jonathan Miravá ha peregrinado tres veces hasta este santuario. Él coincide con los comerciantes y cree que se debe a que muchos jóvenes ya no ven el sentido de caminar. “Yo no pido nada en especial, solo que la Virgencita nos permita ser felices”, dice el joven.
Sin embargo, el padre Piarpuzán, afirma que el número de peregrinos ha aumentado entre un 2 y 3%. “Los peregrinos vienen a pesar de las dificultades econoómicas, también se debe al trabajo de las autoridades y a que las instalaciones así como las carreteras están en perfecto estado”.
Según el párroco, para la noche de hoy se esperan a 200 000 personas. El religioso hace estas recomendaciones: no beber alcohol, caminar en grupo, no botar basura, llevar un tomatodo, que las mujeres embarazadas no caminen, así como niños pequeños y siempre portar documentos de identidad.