1 300 deudores de hipotecarios recibirán cobertura por daños

La casa de Ana Cecilia Quijije, en el sur de Bahía de Caráquez, quedó inhabitable luego del terremoto del 16 de abril. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

La casa de Ana Cecilia Quijije, en el sur de Bahía de Caráquez, quedó inhabitable luego del terremoto del 16 de abril. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

La casa de Ana Cecilia Quijije, en el sur de Bahía de Caráquez, quedó inhabitable luego del terremoto del 16 de abril. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Han pasado 19 días desde el terremoto que golpeó al Ecuador. Y el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) ha recibido 1 300 notificaciones de inmuebles colapsados o con afectaciones, y que son objeto de préstamos hipotecarios con esta entidad. Estas propiedades recibirán la cobertura de Seguros Sucre, empresa pública que resguarda a los afiliados del IESS.

Según José Luis Romo, gerente de la firma, preliminarmente los daños asegurados por Sucre ascienden a USD 800 millones, aunque no informó el detalle de lo que se refiere a indemnizaciones por préstamos y daños en infraestructura pública.

De las 1 300 solicitudes que han llegado al Biess, 130 corresponden a daños totales y 1 170 a daños parciales. Además, el Seguro Social ha ubicado a 4 000 afiliados con créditos hipotecarios en la zona, para determinar las afectaciones. En total, hay 14 000 préstamos de este tipo en Manabí.

Estos datos fueron proporcionados por Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, quien aseguró que “la cifra seguirá creciendo”. En Manabí, 120 peritos se encuentran realizando las inspecciones para determinar la cuantía de los daños y la cobertura correspondiente. Espinosa pidió a los afectados mantener la calma y seguir el trámite ­legal para obtener las coberturas detalladas.

Vanessa Anchundia estuvo en las oficinas de Seguros Sucre, en Guayaquil, el miércoles 27 de abril. Su vivienda terminó con daños estructurales tras el sismo. Presentó su cédula de identidad, la copia de las escrituras de su casa y firmó un documento en el que se notificó que en 48 horas un experto debía visitar su domicilio para evaluar los daños. Hasta ayer, el perito no llegó.
“Siento angustia”, dice la manabita, de 32 años. En la visita a Seguros Sucre “me dijeron que solo recibiría un proporcional del costo de las reparaciones”.

Su casa, de tres plantas y ubicada a pocos metros del mercado de Bahía, no debe ser demolida en su totalidad pero sí la segunda planta, y se deben reforzar tres columnas que están cuarteadas. Sintió un poco de alivio tras las declaraciones de Espinosa, quien anunció que la entidad brindará tres tipos de cobertura a los afectados por el sismo.

Para viviendas con daños parciales, como la casa de Anchundia, el Seguro Social -según Espinosa- cubrirá el 100% de los gastos de reparación y mientras la casa no sea habitable se le otorgará al propietario un monto de hasta USD 10 000 para los gastos de alquiler de otra vivienda o un hotel.

En el caso de inmuebles con pérdida total pero que el propietario no resultó afectado, el Biess eliminará la deuda, devolverá a la persona lo que haya abonado y se otorgará otro crédito hipotecario.

Este es el caso en el que se encuentra Ana Quijije, moradora del barrio San Roque, en Bahía. Su casa quedó inhabitable y en la inspección, realizada por el Municipio local, se determinó que debe ser demolida. Tiene un sello rojo en la fachada.

Quijije llamó a la línea habilitada por el Biess y Seguros Sucre para los afectados (1 800 325 325); allí los afiliados pueden presentar su caso y agendar la visita del perito para que examine los daños, en menos de 48 horas.

Ana empieza a desesperarse porque realizó la solicitud la tarde del lunes 25 de abril y hasta ayer no recibió la visita. Incluso -cuenta- la brigada de demoliciones de China intentó demoler su casa pero no los dejó.

Ana Quijije es viuda y madre de tres hijos. Su padre le obsequió un terreno junto a su casa y ahí ella construyó su vivienda de dos pisos. Sacó un préstamo hipotecario de USD 24 000 y paga USD 230 mensuales, todavía tiene un plan de pagos por 18 años.

Néstor Guillén, médico manabita, se encuentra en el mismo problema. Perdió su casa, a cuatro años de terminar de pagarla. El miércoles 27 solicito la inspección, vía telefónica, pero hasta ahora no lo ha visitado el perito. Ayer, viajó a la oficina del Biess en Chone y terminó más preocupado. Le informaron que la cobertura solo incluye la condonación de la deuda y no la devolución de lo abonado. Espera que las declaraciones de Espinosa “se hagan efectivas por escrito”.

Ahora, Guillén vive arrendando junto con su esposa, su suegra y sus tres hijos. Pero su situación económica se agrava. El último día de abril esperaba recibir su sueldo completo, ya que su casa quedó inservible, pero al solicitar el rol de pagos se dio cuenta que le descontaron USD 780 de la letra del inmueble.

Silverio Durán, arquitecto y presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción de Quito, siente asombro por que tantas casas con créditos hipotecarios hayan sufrido afectaciones. Explica que antes de otorgar los préstamos, el IESS se asegura de que todo esté en regla: permisos municipales, planos estructurales, estudios de suelo...

Sin embargo -dice- hay dos factores ajenos a ese control. Primero, que la mano de obra no haya seguido un proceso de construcción correcto y que no se hayan utilizado materiales de alta calidad.

En contexto
Richard Espinosa anunció que la próxima semana se realizarán los primeros desembolsos por coberturas de desastre natural por el terremoto del 16 de abril. Los daños correrán por cuenta de Seguros Sucre, a través de una reaseguradora inglesa.

Suplementos digitales