El operativo de control policial se realizó en la avenida De los Shyris, en el norte de Quito. Foto: EL COMERCIO
Un operativo sorpresa se desarrolló desde las 22:00 del viernes hasta la 01:00 de hoy, 14 de marzo del 2015, en la avenida De los Shyris, en el norte de Quito. En ese período, los agentes arrestaron a tres jóvenes por conducir en estado de embriaguez y emitieron citaciones a otros dos conductores por no poseer la licencia.
En este operativo participaron la Policía Nacional, la Agencia de Control, la Policía Metropolitana y Bomberos. “Tratamos de recuperar el espacio público. Nosotros hacemos estos controles desde el miércoles hasta el sábado. Lo hacemos casi todas las semanas. Ya no hay mucha gente como antes. Hasta carreras se hacían”, comentó el teniente Juan Villacís, de la Agencia Metropolitana de Tránsito.
Un grupo de 50 uniformados participó en esta incursión. En medio del operativo, un joven que acompañaba a una de las personas detenidas se molestó ante la cobertura de este Diario, fotografió al periodista y al cronista gráfico y los amenazó (las autoridades invitaron a la prensa para que documente la redada en un espacio pública; EL COMERCIO no difunde nombres de detenidos ni fotografías que permitan la identificación de estos).
El Código Orgánico Integral Penal (COIP), en su artículo 385, incluye tres escalas para castigar a los conductores en estado etílico:
1) Si el nivel de alcohol en la sangre es de 0,3 a 0,8 grados por litro, hay una multa económica de un salario básico, pérdida de cinco puntos a la licencia y 5 días de prisión.
2) Si el nivel es mayor a 0,8 hasta 1,2 grados la sanción es de dos salarios básicos (USD 708), 10 puntos a licencia y 15 días de cárcel.
3) Si el test de alcoholemia supera los 1,2 grados, son tres salarios básicos de multa, suspensión de 60 días a la licencia y 30 días de prisión.
Al final del operativo (01:00), la avenida De los Shyris quedó en calma. A lo largo de la vía había apenas 15 vehículos.
Una realidad totalmente distinta a la que ocurría apenas un mes atrás. Entre jueves y sábado la avenida era utilizada por decenas de jóvenes para ingerir alcohol y realizar competencias de autos clandestinas.