Ventajosamente se ha suspendido el spot publicitario, tétrico y espeluznante, que pretendía con ello combatir el alcoholismo, en el cual se destacaba la frase exclamativa que da título a la presente nota. Me alegro que se haya dado fin a tamaño despropósito, más que por el contenido escalofriante de la mencionada publicidad, que por la forma como ese rótulo aparecía “despierta ecuador”, así escrito el nombre de nuestra querida Patria con minúscula. Tamaño error ortográfico que ofendía la culta conciencia nacional; pues, la palabra Ecuador, encierra una profunda connotación de carácter histórico, sentimental y cívico, para todos los buenos ecuatorianos, y nos dolía que sea tan mal tratada escribiéndo “ecuador”, con minúscula.
Se podría decir que era un esnobismo o un capricho publicitario, pero para mí, era personalmente un insulto, una falta de respeto a la Patria que todos decimos amar. Era un motivo de ineducación, porque muchos que miraban se creían con derecho para escribir la misma forma.- ¿Se puede escribir Ecuador con minúscula? Me preguntó alguien. Dije no, definitivamente no.
En la praxis, el manejo de nuestro idioma, no solo debe ser límpido y transparente, sino sincero y bien intencionado. Sin doble discurso. Deben primar en nuestros mensajes: “la bondad, la verdad, la belleza”, como nos aconseja el respetabilísimo padre de la Iglesia Católica, Francisco I.