Desigualdad en Brasil es 'extrema', según informe

Agentes de la policía militar participan en un operativo en la favela de Rocinha de Río de Janeiro (Brasil). Foto: EFE

Agentes de la policía militar participan en un operativo en la favela de Rocinha de Río de Janeiro (Brasil). Foto: EFE

Agentes de la policía militar participan en un operativo en la favela de Rocinha de Río de Janeiro (Brasil). Foto: EFE

A un brasileño que recibe un salario mínimo (unos USD 300) le llevaría trabajar cuatro años para ganar lo mismo que el 1 % más rico en un mes, es una de las conclusiones de un informe de Oxfam Brasil divulgado hoy, 25 de septiembre de 2017, que alerta de la desigualdad "extrema" que padece el país suramericano.

"Tenemos una situación de desigualdad extrema en el país. En nuestra sociedad hay una distancia abismal entre quien está en la base y quien está en la cúspide" de la pirámide de renta, aseveró a EFE Katia Maia, directora ejecutiva de Oxfam Brasil.

El informe La distancia que nos une: un retrato de las desigualdades brasileñas fue presentado hoy en Sao Paulo con la intención de denunciar que Brasil "es un país donde los ricos tienen muchos privilegios", apuntó Maia.

De acuerdo con el reporte, las seis personas más ricas de Brasil poseen una riqueza equivalente al patrimonio de los cien millones de personas con menos recursos, lo que representa la mitad de la población del país.

Un ejemplo práctico de esta dramática situación se da en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil con 12 millones de habitantes, donde el 1 % de los propietarios tiene un cuarto de todos los inmuebles registrados en el municipio.

No obstante, Oxfam reconoció los avances de los últimos quince años que permitieron sacar de la pobreza a más de 28 millones de personas, pero advirtió que el contexto de crisis económica y las reformas de corte liberal emprendidas por el Gobierno del presidente Michel Temer amenazan los logros conseguidos hasta la fecha.

Según proyecciones del Banco Mundial, citadas por la organización, Brasil podría terminar el año con hasta 3,6 millones más de pobres, que se sumarían a los más de 16 millones que ya viven bajo el umbral de la pobreza.

"Las acciones tomadas por el Gobierno son un conjunto de medidas que debilitan especialmente a los más pobres. Sea el techo de gastos, la reforma laboral, la del sistema de jubilaciones (en trámite esta última) o los recortes en los presupuestos, son medidas que van reforzando la situación de desigualdad", expresó Maia.

El paquete de reformas y los duros ajustes fiscales, unidos a los constantes escándalos de corrupción que han implicado incluso al propio Temer, denunciado dos veces, le han costado al Ejecutivo dos huelgas generales y una tasa de aprobación del 3,4 %, en mínimos históricos, según un reciente sondeo.

"Llegamos a un nivel en el que nuestra democracia fue privatizada", puntualizó Maia.

En el texto se recoge además que "existe una evidente y acelerada reducción del papel del Estado en la redistribución de los recursos en nuestra sociedad, lo que apunta a un nuevo ciclo de aumento de las desigualdades".

Además, la política tributaria es, según Maia, "injusta" y "no efectiva" porque, entre otros factores, "la carga de los tributos indirectos en Brasil es mayor que la de los directos", lo que supone que "la clase media y los pobres están pagando la cuenta de la crisis", ya que por ejemplo existe un impuesto sobre la propiedad de vehículos, pero quien tiene un yate o un helicóptero no paga tributo.

"En la Constitución dice que tiene haber impuesto sobre grandes fortunas (Art. 153 VII), pero no se implementó ese impuesto", reclamó la directora ejecutiva de Oxfam Brasil.

De acuerdo con la entidad, el potencial de recaudación en el ámbito federal podría aumentar cerca de 60 000 millones de reales (unos USD 19 000 millones) cada año, de aplicarse un sistema tributario más equitativo.

Sin embargo, de mantenerse la tendencia de los últimos años, las mujeres solo tendrán una renta equiparable a la de los hombres en 2047, mientras que la población negra no ganará lo mismo que los blancos hasta 2089.

"El Congreso es una expresión del momento que vivimos con una mayoría en la que el 80 % son hombres blancos y en su mayoría ricos, cuando la población de Brasil el 50 % son mujeres y formada por negros. Hay una desconexión entre la foto del Congreso y la foto de la sociedad brasileña", concluyó Maia.

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