La cultura afro navegó por el estero Salado

Desfile náutico en la Isla Trinitaria, el 6 de febrero del 2016. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Desfile náutico en la Isla Trinitaria, el 6 de febrero del 2016. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Desfile náutico en la Isla Trinitaria, el 6 de febrero del 2016. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Las rocas ancladas en las orillas del estero Salado fueron los asientos más preciados. Decenas de moradores de la Isla Trinitaria, populoso sector del sur de Guayaquil, separaron su espacio desde temprano para observar el desfile náutico Guayaquil es mi destino en Carnaval, organizado por segundo año por la Empresa Pública Municipal de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales del Cabildo Porteño.

Al mediodía de este sábado 6 de febrero de 2016, seis barcazas alegóricas zarparon desde el muelle de La Fragata. Hasta ahí llegó Stalin Vélez con su familia, quienes quedaron maravillados con vibrantes colores que se reflejaron en el estuario. “Es algo novedoso para nuestro sector, por eso todos salimos de las casas para ver el espectáculo”.

La Marimba, Trinitaria Multicultural, Raíces Ancestrales, Isla Exótica, La Negra tiene Tumbao y Somos la Isla Trinitaria fueron los nombres de las embarcaciones que recorrieron 4 kilómetros. Su paso junto a los malecones de Las Malvinas, Nigeria y otras cooperativas, convocó a cientos de familias.

A esta iniciativa se sumó la Armada del Ecuador, con la presentación de varias maniobras a cargo del grupo de Guardacostas. Las acrobacias en esquí acuático, de la Escuela de Jimmy Bazán de Salinas, también arrancaron aplausos del público.

Nuris Acosta salió al malecón de la cooperativa Naciones Unidas, donde se instaló una tarima para un show de música y bailes. Con su celular grabó todo el recorrido de las barcazas, ataviadas con tambores, papagayos, máscaras festivas y otros rasgos de la herencia africana. “Esto es la Trinitaria: fiesta, alegría, cultura”, dijo mientras de fondo sonaba fuerte la marimba.

Para Gloria Gallardo, organizadora y presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo, el fin de esta actividad es impulsar una cultura de confraternidad y unión para la protección del ecosistema y el patrimonio de la Isla Trinitaria.

Así, el Municipio espera despertar en los habitantes el orgullo de vivir en las riberas del Salado. Para crear un compromiso más fuerte, el desfile contó con la participación de los vecinos de las cooperativas de vivienda Andrés Quiñónez, 22 de Abril, Fuerza de los Pobres, Polo Sur, 3 de Mayo, Independencia y Un techo para los pobres.

Los más jóvenes se hicieron sentir con su ritmo, con presentaciones artísticas de marimba y coreografías. Rosa Quinteros ayudó a algunos de los bailarines a preparar sus trajes antes de salir al escenario. “Es emocionante verlos mostrar nuestra cultura con amor. Yo llegué de San Lorenzo hace 30 años y puedo decir que hoy la Trinitaria es un pedazo de Esmeraldas en Guayaquil”.

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