Un desfile cívico militar recordó la gesta libertaria del 24 de mayo de 1822

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Militares de la FAE desfilan en el Parque Bicentenario para conmemorar la Batalla de Pichincha.
Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La parada en honor a la gesta libertaria del 24 de mayo de 1822 se realizó esta mañana en el Parque Bicentenario ante una multitud que aplaudió la gallardía de los soldados

Lo que de verdad les quitó el aliento a Eduardo, Elías y Doménica, hijos del capitán del Ejército Freddy Escudero, fueron los ocho paracaidistas que cayeron con precisión matemática en la pista central del Parque Bicentenario, ubicada frente a la tarima y visera levantada para recibir a los invitados ilustres.

En esa tribuna, la señora ministra María Fernanda Espinosa esperaba que los comandos paracaidistas le entreguen las banderas patrias para empezar el desfile cívico militar, realizado en la mañana y preparado por las Fuerzas Armadas para conmemorar un aniversario más de la Batalla de Pichincha, gesta que significó la emancipación del país del poder español.

Minutos antes, a las 10:40, la Ministra había recibido los honores respectivos y, asimismo, había dado la autorización para que empiece el acto castrense, petición realizada por el Crnel. Jorge Villaba del Ejército.

Luego, los muchachos Escudero se supieron a jugar fútbol en los amplios potreros del lugar; actividad que suspendían temporalmente cuando los aviones Supertucanos, los helicópteros MI 71 y Superpumas y los aviones supersónicos Cheeta cruzaban el límpido cielo quiteño.  

Esto despertó la admiración de la multitud que se congregó en el parque para admirar y aplaudir a las gallardas delegaciones de los diversos destacamentos y cuarteles que desfilaron en la cita.

Muchos otros niños jugaban en el parque pero muchos otros, junto a sus familiares, observaban embelesados como pasaban por la tribuna militares que, frente a las autoridades, ejecutaban marciales y sincronizados pasos de ganso y cautivaban con sus habilidades militares.

La gran banda integrada por las tres ramas de las Fuerzas Armadas abrió el acto e interpretó las sagradas notas del Himno Nacional. 

El sol no quiso perderse la parada militar y se mostró en su verdadera dimensión, causando muchos sofocos.

Lentamente, con precisión militar, mostraron su fidelidad a la Patria los cadetes de la Escuela Superior Eloy Alfaro, los guardiamarinas de la Escuela Superior naval, los cadetes de la Escuela Superior de Aviación Cosme Renella, los comandos del Batallón de paracaidistas Patria, acantonados en Latacunga.

La gente aplaudía a conciencia mientras completaban sus recorrido los Iwias, comandos de selva que tuvieron actuación predominante en la Guerra del Cenepa, al igual que los héroes de esa gesta ecuatoriana, que iban encabezados por el banderín que recordaba al capitán Giovanni Calles, guerrero que ofrendó su vida en El Maizal hasta detener la ofensiva peruana.

Al igual que los iwias, los comandos que desfilaron con sus perros amaestrados fueron los más aplaudidos de la multitud.

A las 12:20 hizo su paso por la tribuna el último batallón y sonaron las trompetas del cierre de ceremonia. La gente se desbandó en busca de algún refresco para aliviar la sed o calmar el hambre con alguna de las golosinas que llevaron 12 comerciantes hasta el recinto.

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