Testigo del caso David Romo: ‘No era con el fin de matarlo, a todas las personas se les ponía suero’

El Ministerio del Interior anuncia que se investiga a policías por caso David Romo

El Ministerio del Interior anuncia que se investiga a policías por caso David Romo

Alexandra Córdova, madre de Romo, pide que la Fiscalía vincule a este testigo al proceso. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La investigación por la desaparición de David Romo podría tomar un giro. Un testigo narró una nueva pista en la que el joven universitario habría sido asesinado en el 2013. Según esta versión, entregada a la Fiscalía, Romo fue inyectado en el interior de una clínica de rehabilitación de adicciones en la Pisulí, norte de Quito.

Según el testigo, cuando Romo llegó a la clínica “le desvistieron, le cortaron el pelo, le llevaron a la sala de recuperación; él pasaba sedado, yo le cuidaba. Él pasó en la clínica dos días y se le pasó al camal. Yo le cuidaba, él estuvo debajo de las gradas”.

El testigo agregó ante la Fiscalía: “Yo le ayudé a Carlos Londoño (dueño del lugar, procesado por el caso) a ponerle un plástico. No sé qué le inyectó, como en ese momento me mandaron a ver costales para poner las heces de las panzas de lo que yo lavaba. A lo que regresé... don Carlos ya no estaba solito, estaba con Lita, con el cuchillo, me mandaron a ver un plástico con el que se hacían los bloques. David comenzó a a convulsionar y no lo vi que se quede inmóvil en ese instante, pero cuando ya cargamos las heces en el balde de la camioneta estaba ya envuelto en el plástico”.

En el testimonio ante la Fiscalía, el abogado de Londoño preguntó al testigo: ¿Con qué intención ayudó a poner un plástico a David Romo? “Yo era menor de edad y eso les aplicaba el señor Londoño a todos los internos, él me presionaba y si no accedía era golpe, electricidad, tablazos o me quedaba sin comida. Yo no era con el fin de matarlo, ya que a todas las personas se les ponía suero”.

Estas declaraciones fueron emitidas el 5 de enero desde la cárcel de Latacunga. En ese centro carcelario estaría interno el testigo, quien ya ha rendido nueve versiones.

Sin embargo, es la primera vez que relata estos hechos. Según el hombre, en el 2013 fue internado en la clínica y vio cómo Romo llegó al lugar. “Se le capturó en la Mitad del Mundo, en un bus”, indicó.

También asegura conocer el lugar en dónde está el cuerpo del joven, pero dice que no puede hablar. En la versión también denuncia que Carlos Londoño, dueño de la clínica y sospechoso del posible asesinato del universitario, le amenazó para que no contara los hechos.

Para Diego Chimbo, abogado de Londoño, esta nueva versión confirma que David nunca llegó a la clínica, pues ya existen dos versiones que no coinciden. La primera señala que Londoño descuartizó e incineró a Romo. “Los dos dicen que estuvieron presentes en el asesinato. Pero las versiones son distintas. Obviamente todo es falso”, asegura Chimbo.

Alexandra Córdova, madre de Romo, pide que la Fiscalía vincule a este testigo en el proceso.


Rectificación solicitada por Maria Dolores Zambrano C., directora de Comunicación de la Fiscalía

"Dado el carácter impreciso y tergiversado de la noticia emitida el día 28 de enero del 2018, en formato digital, titulada “Un testigo dice que David Romo murió luego de que le aplicaron una inyección en el cuello”, me permito señalar las siguientes aclaraciones:

a. La Fiscalía General del Estado continúa con las investigaciones por la desaparición y muerte de David Romo. En ese contexto se recogió, el 05 de enero del 2018, en el Centro de Detención Provisional de Latacunga, la ampliación de la versión de un testigo como parte de las diligencias de la etapa de instrucción fiscal que concluye el 18 de enero del 2018.

b. En la versión rendida por el testigo y recogida por Fiscalía no se menciona en ningún momento que David Romo “murió luego de que le aplicaran una inyección en el cuello”, como señala el titular de la noticia. De hecho en la versión recogida, el testigo en una parte de su relato menciona: “no sé qué le inyectó como en ese momento me mandaron a ver costales (…)”.

c. Asegurar que David Romo falleció producto de la aplicación de una inyección en su cuello, cuando la versión recogida no lo menciona causa grave alarma social frente a un caso tan sensible como este.

d. Exhorto al medio de comunicación para que la información que sea publicada sobre este caso se maneje de acuerdo a lo que establece de Ley de Comunicación, es decir, apegada a la verificación, contrastación y precisión de la información.

Por las consideraciones expuestas y tomando en cuenta el Derecho a la rectificación contemplado en la Ley de Comunicación, en su artículo 23, solicito se rectifique la información difundida en su medio de comunicación, dentro del plazo establecido en la Ley y bajo las mismas características a las que haya lugar". 

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