Redacción Santo Domingo
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La llegada de la época lluviosa a la zona de Santo Domingo ha empezado a causar estragos, principalmente, en la vía Alóag-Santo Domingo, la principal arteria que une la Costa con la Sierra.
Los deslizamientos de tierra son constantes en ocho puntos de la vía, que tiene 101 kilómetros.
Esto ocasionó que la vía sea cerrada la noche del domingo y madrugada del lunes, lo que causó contratiempos a los usuarios.
Una vez que se dio esta información, los conductores de vehículos, algunos que regresaban de la Costa por el feriado de Navidad, tomaron la Calacalí–La Independencia para llegar a Quito.
Mientras que los choferes de vehículos pesados decidieron pernoctar la noche del domingo en donde empezó el cierre de la vía (kilómetro 83), hasta que se permitió el paso de automotores.
Uno de ellos fue Pablo García. Este conductor llegó a las 00:30 del lunes hasta el sector del KFC en la vía a Quito. Solo pudo retomar su destino a Sangolquí a las 10:45. Él transportaba producto para la cadena Supermaxi.
Para García, la zona más peligrosa está entre Tatambo y La Virgen. En este sector hay constantes derrumbes, entre grandes y pequeños. A esto se añade alrededor de 10 puntos donde el Consejo Provincial de Pichincha efectúa trabajos de ampliación.
“Necesitamos que haya señalización en la vía que ayude a guiarse a los conductores, especialmente, durante las noches”.
Otro conductor que retomó su trayecto fue Víctor Poaquiza. Él y su copiloto, Patricio Tapia, transportaban un contenedor de cerveza. “No dormimos toda la noche pensando que abrirían la carretera”. Ellos se quejaron por la falta de información sobre el cierre de las vías y de los derrumbes.
Quien tampoco concilió el sueño fue Guillermo Ruiz. “Hay que dormir con el un ojo abierto, porque caso contrario nos roban hasta las llantas”, contó este usuario que conduce un tráiler con capacidad para 20 toneladas.
Los conductores de transporte pesado coincidieron en que los sectores donde mayor cuidado se debe tener es en el tramo entre Alóag y la Virgen. En este tramo, hubo deslaves en los kilómetros 10, 18, 20 y 33. “En esto sectores hay mucha curvas, también caen pequeñas cascadas que dan a la misma carretera”, dijo Ruiz.
Además, también se ha señalado como sitio de cuidado el km 43. Ahí cruza la cascada Negra. En el invierno pasado, la creciente de esta caída de agua causó el taponamiento de una alcantarilla de cajón, por donde se conducían las aguas de esta vertiente.
En aquella ocasión, la creciente destruyó un carril de la carretera, lo que dificultó el tránsito vehicular. Los conductores temen que un escenario similar se presente en la actual época invernal.
Un nuevo punto de deslaves se registró en el km 83. Allí, el domingo ocurrió un deslave (ver compartida). Este derrumbe ocasionó que el paso de automotores se interrumpa entre la noche del domingo y las 11:00 de ayer.
Según datos del Consejo Provincial de Pichincha, por la carretera Alóag–Santo Domingo circulan 6 455 vehículos en días normales. En feriados, la cifra asciende a 7 947. El 66 % son vehículos livianos, el 24,8 son pesados y el 8,9 % son extrapesados.
Los pequeños comerciantes de las poblaciones de Tandapi (km 50) y Alluriquín (km 80) están afectados. Ellos tienen negocios de comida, dulces y licores a lo largo de la vía. Si la carretera continúa con problemas, ellos temen que no tengan clientela para este feriado de fin de año.
A los problemas de los deslaves también se suman las labores de ensanchamiento que se realizan en esta vía. Esto también ha causado que la circulación sea restringida. “Es que ni bien se pasa por los derrumbes, debemos esperar para poder pasar en las zonas donde está la maquinaria trabajando”, señaló Arturo Medina, conductor de un tráiler.
La ampliación de la vía de dos a cuatro carriles se inician en el km 11,5, en Alóag y se prolongan hasta el km 35,5. En estas labores, el Consejo Provincial de Pichincha invierte USD 54 millones y el plazo concluye en mayo de 2010.
La constructora H&H tiene la concesión por 15 años. Desde el km 70 hasta la capital Tsáchila, la vía está en buenas condiciones y tiene buena señalización horizontal y vertical.
Desde el ayer, el Gobierno Provincial de Santo Domingo también activó el Plan de Contingencia en la vía Alóag-Santo Domingo. En el momento, existe maquinaria dispuesta para desalojar el material pétreo de la calzada.
Se prevé que el plan de contingencia estará activo durante las 24 horas, mientras persista la temporada invernal.