La Ley del Issfa plantea el incremento de los años de servicio militar: de 20 a 25 años. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
El último cambio de mando en las Fuerzas Armadas se realizó a puerta cerrada. Ocurrió hace nueve días en Salinas luego de que el presidente Rafael Correa cesara anticipadamente al entonces máximo jefe de los militares, vicealmirante Oswaldo Zambrano; y al comandante de la Fuerza Naval, Fernando Noboa. La razón de esta decisión se conoció cinco días después.
El ministro Ricardo Patiño aseguró que era necesario “recomponer la disciplina” y que “en las FF.AA. no puede tolerarse la indisciplina”. Mencionó el caso del capitán de corbeta Edwin Ortega, quien fue sancionado por responder un correo que el Presidente envió masivamente a los soldados.
Pero estos roces se agudizaron desde febrero del 2016. El 5 de ese mes, el Mandatario cesó a la entonces cúpula militar que en la mañana se había pronunciado públicamente en contra de que se descontara USD 41 millones de las cuentas del seguro militar (Issfa).
Por esos días, el entonces ministro de Defensa, Fernando Cordero, calificó de chiflados y sabelotodo a tres coroneles y a un general retirados que protestaban por el débito.
Lejos de resolverse, la polémica creció y el 22 de junio el Jefe de Estado sacó del cargo al entonces jefe de la Marina, vicealmirante Ángel Sarzosa. Un mes antes, el oficial había pedido a Correa que rectificara las declaraciones dadas en un enlace sabatino sobre el funcionamiento de los liceos navales.
30 días después, los roces volvieron, pues el Gobierno envió a la Asamblea las reformas a la Ley del Issfa. Los legisladores las analizaron en medio de protestas y aprobaron, por ejemplo, el incremento de los años de servicio militar: de 20 a 25 años. Con los cambios legales también se evidenció que el seguro ya no cubría los gastos de los hijos afiliados entre 18 y 25 años. El Issfa incluso suspendió la cobertura de tres seguros y el ministro Patiño ordenó que no lo hicieran.