Durante la inspección de la Defensoría, un articulado no logró cerrar una de sus puertas, por el exceso de pasajeros. Foto: Enríque Pesantes / EL COMERCIO
La demora en la frecuencia de los articulados, la aglomeración de pasajeros, la poca presencia de vigilantes que ayuden a ingresar a personas con discapacidad a las unidades del sistema de transporte Metrovía fueron las principales deficiencias que notó la mañana de este martes 21 de junio del 2016 una delegación de la Defensoría del Pueblo en la Terminal Río Guayas, al norte de Guayaquil.
A las 07:00 de hoy, 21 de junio, la comitiva liderada por Zaida Rovira, coordinadora regional de la zona 8, llegó hasta la terminal para constatar si el servicio de transporte masivo es óptimo y si ofrece las seguridades para los usuarios.
La funcionaria aseguró que hoy, 21 de junio, se inició un expediente investigativo para determinar, además, si las unidades reciben mantenimiento, si se respetan los horarios adecuados de trabajo de los choferes y conocer cuántas rutas al día efectúa cada bus.
“Se van a realizar varias inspecciones en todas las estaciones, se va a solitar peritajes técnicos para verificar las condiciones reales del sistema. Todas las quejas de los usuarios serán incluidas en este expediente, comentó Rovira.
Anotó que la investigación demoraría “varias semanas” y se elaborará un informe.
Durante la jornada varios usuarios aprovecharon para transmitir sus reclamos.
“Hasta 15 minutos se demora en horas pico para poderse subir a un articulado, nadie controla el orden”, manifestó el pasajero Máximo Segovia.
Durante la inspección de la Defensoría, un articulado no logró cerrar una de sus puertas, por el exceso de pasajeros. La situación generó gritos y reclamos de los usuarios.
El presidente de la Fundación Metrovía, Federico Von Buchwald, indicó que desconocía sobre la presencia de la Defensoría del Pueblo en la terminal y no dio declaraciones sobre las quejas de los usuarios.