La declaratoria de ‘Patria alfabetizada’ es cuestionada por su autor

Ecuadoradio

La declaratoria del Ecuador Patria alfabetizada, realizada por el ministro de Educación, Raúl Vallejo, en acto público en Manta, el 8 de septiembre  (con la ausencia del presidente Correa), es cuestionada sostenida y documentadamente, una vez que fuera expuesta en la Unesco, en su sede  central de París.

Este tema será abordado mañana y el domingo en el programa Controversia de Ecuadoradio (Radio Quito AM y Platinum FM), a las 08:00. Participarán el investigador Juan Ponce; la consultora internacional y ex ministra Rosa María Torres y el ex ministro y director de EducAcción de EL COMERCIO, Fausto Segovia.

Torres es experta en alfabetización y trabajó durante  años en varios países. Hace 20 años dirigió, precisamente junto al actual ministro, la parte operativa del plan nacional de alfabetización monseñor Leonidas Proaño, en el gobierno de Rodrigo Borja.

El principal cuestionador es el investigador de Flacso, Juan Ponce, quien junto con la especialista de la Facultad, Mercedes Sosa, recibieron el encargo del Ministerio  y la Unesco para ejecutar este trabajo, que fue el insumo básico que sirvió para la declaratoria.

Sin embargo, el documento reitera que solo se ha hecho una proyección del analfabetismo a nivel cantonal, basado en el último dato del censo disponible del 2001. Y enfatiza que esta proyección no debe usarse para estimar la tasa de analfabetismo a escala nacional. “Para ello se debe esperar los resultados de las encuestas de hogares (que se prevé recibir en dos meses) y el nuevo censo de población (en un año). Los números proyectados podrían variar…”.

El director de la Unesco para Ecuador, Edouard Matoko, en la presentación del documento señala que este trabajo fue coordinado por este organismo, pero aclara que es un estudio no exhaustivo y sus alcances limitados.

Ponce protestó y desautorizó el uso que se ha dado a su investigación. Lo estima político e irresponsable y desafía al ministro Vallejo a que demuestre y sustente la declaratoria que hiciera.

Lo grave es que el Ministerio de Educación y la Unesco, coauspiciante del trabajo, no han difundido el informe que sirviera de base para la declaratoria ni han puesto en sus páginas web. El investigador Ponce argumenta que ninguna de las instituciones han querido proporcionar copias del informe de su autoría, por lo que él tuvo que entregar.

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