El presidente de la República, Rafael Correa, afirmó que la resolución de un tribunal de arbitraje en contra de Ecuador “es fruto, en gran medida, de la lentitud del sistema judicial”.
Según la página web de la Presidencia, Correa explicó que el laudo arbitral, que ordena pagar una compensación a las compañías Chevron y Texaco, es por juicios de los años 1992 y 1993, los cuales no han sido resueltos en el sistema judicial del país.
Aunque el Presidente cree que el fallo es una retaliación por los procesos legales interpuestos por algunas comunidades de la Amazonía y que los tribunales siempre dan la razón a las transnacionales, “el motivo se lo dio la lentitud del sistema judicial”.
Según la Procuraduría General del Estado, la decisión del tribunal arbitral con sede en La Haya determinó que Ecuador no cumpliera su obligación de otorgar “medios efectivos para presentar sus reclamos y ejercer sus derechos”, prevista en el Tratado Bilateral de Inversión entre Ecuador y Estados Unidos de América”.
Pero según la Procuraduría, Chevron pretendía que el tribunal determinara que las cortes ecuatorianas son corruptas y parcializadas, produciendo así una denegación de justicia.
En todo caso, los reclamos presentados por la petrolera estuvieron pendientes de resolver aproximadamente por 15 años (en primera y segunda instancia).
Por su parte, el canciller Ricardo Patiño señaló que los problemas estrictos de justicia ecuatoriana no tienen nada que ver con el poder Ejecutivo.