En el Día mundial de la no violencia contra la mujer, al Dalito se le salió el loquito y rindió un ‘homenaje’ muy sentido a la mujer, representada por las asambleístas bolivarianas.
El lenguaje del orador, al más puro estilo de las barricadas populistas, recordó a célebres lenguaraces como Abdalá el Grande, Hugo Chabucodonosor de Venebabilonia, y el Medioevo Moralejo del Titicaca. Las frases llegaron al alma de las homenajeadas, quienes, en un arrebato de emoción, se arremolinaron junto a Simón Bolívar Cordero e imprecaron el poder de la Inquisición, perdón, de la revolución en marcha, para solucionar el conflicto.
Que le corten la lengua, gritaba la asambleísta Yola Garro; que multen al lenguaraz por lo menos con 20 lukas, pedía Nory Navas; por su parte, Zoila Chica de Chuchuca pedía 30 días de suspensión como asambleísta. Desde el fondo, Felipe Lotas, de la bancada antimachistas, apoyaba a las féminas y comprometía sus cuatro votos para la sanción. Algún avispado asambleísta manifestó que la lengua de fuete del Buca chico, era similar al del colérico de los sábados, y como este se encontraba sin escribidor de discursos, bien podía el Dalo ocupar esa vacante. Casi lo tuestan’.
Simón Bolívar Corchero ofreció someter al infractor a la Inquisición de Carondelet, pero los sapos de la Grecia resolvieron que las asambleístas se allanen al ‘homenaje’, porque necesitaban el voto del Buca, para los fines sacrosantos de la revolución.