En una de las viviendas del sector de Los Rosales, Viteri fue invitada a desayunar encebollado. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
El sector Los Rosales, en el noroeste de Guayaquil, fue el lugar que Cynthia Viteri escogió la mañana de este domingo 8 de enero del 2017 para avanzar en su promoción electoral. En el sitio visitó “de forma sorpresiva” a una familia simpatizante y hasta se dio tiempo para desayunar encebollado.
La candidata presidencial del Partido Social Cristiano (PSC) arrancó la jornada en la casa de Mayra Salazar. La joven de 29 años y madre soltera le había escrito días atrás una carta a través de las redes sociales a la postulante en la que le indicaba que se sentía identificada con ella por ser “mujer, madre y luchadora”.
Viteri, al ingresar a la casa, abrazó y besó a Mayra y a su madre Miriam Sandoya. Ellos dijeron haberse sorprendido con la presencia de la socialcristiana, porque les habían dicho que únicamente llegaría su equipo de campaña para grabar un video sobre lo que esperan de la candidata, de ganar las elecciones.
Sentados en la sala de la vivienda, Viteri afirmó que luchará para que los jóvenes puedan lograr un empleo digno. También que en su gestión impulsará las becas para la profesionalización. La joven, en cambio, le contó que no ha podido emprender por dificultades para acceder a un crédito.
La candidata luego de despedirse de Mayra y su familia, optó por saludar al vecindario. En una de las viviendas fue invitada a desayunar encebollado. “Esta es su casa abogada”, le dijo el propietario.
Viteri aseguró que mantendrá este “contacto cercano con la gente”, en la denominada campaña “cara a cara”. Antes compartió con una familia que estaba a punto de ser desalojada de su vivienda en el centro de la urbe. También visitó a un joven mecánico, en el sur.