Redacción Manta
Uno de los tres barcos atuneros de Bernardo Bhues está anclado en el puerto de Manta desde hace ocho días.
Luego de haber retornado de una faena de pesca de 45 días está listo para volver al mar. Sin embargo, tiene una dificultad. Los tanques de combustibles están semivacíos. Apenas ha conseguido 90 000 de los 240 000 galones de diésel que necesita el buque para salir. “Estamos en un problema, no podemos dejar varado el barco. Está óptimo para trabajar, la única salida fue comprar el combustible en las terminales de productos limpios de La Libertad, Pascuales y algo en Manta”, dijo Bhues.
En la terminal de Barbasquillo, suroeste de Manta, apenas pudo acceder a 6 000 galones.
Una de las causas para la escasez de combustible para los barcos es que es enviado a las centrales eléctricas Miraflores, en el puerto manabita, que necesita 20 000 galones, y Pedernales, al norte, con 15 000 galones.
César Acosta Farina, empresario de combustibles, comentó que apenas 10 000 galones se entregan para la flota atunera. Allí está incluida la extranjera. Esa cantidad es insuficiente para mover a los barcos mar adentro.
Cuando las embarcaciones no salen o se retrasan un poco es fatal para las empacadoras de pescado, dijo Gustavo Núñez, presidente de la procesadora Asiservi.
La afectación llega en cadena. No hay diésel para los barcos, el trabajo se paraliza. En el caso de Asiservi solo tiene materia prima para procesar por 15 días y allí laboran más de 700 personas. “Dependemos de la flota atunera, ojalá la situación mejore”.
Según Carlos Izurieta, director de Hidrocarburos de Manabí, hay una reducción en la producción en la refinería de La Libertad. “No es que haya preferencias de alguna clase”.