La culpa fue de Marx

Hace 20 años, los escombros del Muro de Berlín cayeron estrepitosamente sobre el marxismo y lo pulverizaron. Algo que, paradójicamente, confirmó la opinión de Marx sobre las teorías, tal y como lo explicó en su ‘Tesis sobre Feuerbach’: “Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”.

El marxismo no resistió el enfrentamiento con la realidad. Prometía el paraíso en la tierra y dejó 100 millones de muertos en el camino. Empobreció a medio planeta. Retardó el progreso científico y técnico de numerosos pueblos y, talvez lo peor, envileció a varias generaciones de personas obligadas a mentir y a celebrar un régimen al que detestaban.

Cuando Karl Marx murió, su discípulo, compañero y amigo Federico Engels describió sus dos “grandes aportes”: el materialismo histórico y la plusvalía. El materialismo histórico postulaba que la religión, el sistema político, las instituciones de derecho, la moral, el arte, etc., constituían la “superestructura” generada por  la clase dirigente que controlaba los medios de producción. Pero al desaparecer la propiedad privada y obtener los trabajadores el control del aparato productivo, cambiaría radicalmente la superestructura.

En cuanto a la plusvalía, Marx creía que el valor de la producción dependía del trabajo humano que se le incorporaba, de manera que el capitalista se enriquecía apropiándose de la diferencia entre el precio de venta y los costos reales de los bienes o servicios. Dos años antes de morir, el economista austriaco Bohm-Bawerk demostraría a Marx sus errores, y las contradicciones existentes sobre ese tema entre el tomo primero y tercero de ‘El capital’.

¿Por qué estos disparates intelectuales generaron dictaduras comunistas? Porque para  desmontar el Estado burgués y rehacer las relaciones de propiedad, Marx prescribió una etapa dictatorial del proletariado. Es decir, una ética  capaz de justificar cualquier monstruosidad siempre que condujera a la felicidad.

Luego, Lenin y otros comunistas especialmente crueles crearon un método de control mediante la represión policiaca que resultó imbatible. Una vez construida la jaula, era muy difícil evadirse.

¿Por qué se hundió el comunismo? Por la desmoralización de la clase dirigente ante el fracaso material y espiritual del marxismo-leninismo. Los comunistas no podían ignorar la comparación entre las dos Alemanias. Habían comprobado que Marx estaba equivocado en el plano teórico, y que la puesta en práctica de sus ideas condujo al matadero a millones de seres humanos y al estancamiento y pobreza a las sociedades que lo habían intentado.

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