Los cuerpos de paracaidistas fallecidos fueron a cinco provincias

La mañana de este 16 de marzo se instaló una capilla ardiente en la brigada Selva Pastaza. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

La mañana de este 16 de marzo se instaló una capilla ardiente en la brigada Selva Pastaza. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

La mañana de este 16 de marzo se instaló una capilla ardiente en la brigada Selva Pastaza. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Los cuerpos de Cristian Zambrano, Santiago Sarango, Edison Vargas, Edison Guevara y Óscar Villa no viajaron a la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, ubicada en el noroccidente de Quito, Pichincha, este miércoles 16 de marzo del 2016. Ellos y otros 17 militares perecieron en el accidente de una aeronave Arava, en el sector La Palmira, parroquia Fátima, en Puyo, este martes 15 de marzo, durante un curso de salto en paracaídas.

Los familiares y militares que pertenecían a la Brigada de Fuerzas Especiales Patria y de la Fuerza Aérea llevaron los féretros, vía terrestre, a Napo, Tungurahua, Chimborazo y Bolívar, provincias de origen. El pedido lo realizaron la mañana de este miércoles 16 de marzo los padres de familia y esposas de los militares fallecidos.

Los honores para los militares muertos se realizaron la mañana de este miércoles en la pista aérea del aeropuerto Río Amazonas. Los cuerpos de los paracaidistas, pilotos y mecánicos fueron trasladados a la zona de embarque de la terminal aérea, ubicada en la parroquia Shell, en Pastaza. La banda de música de la unidad militar acompañó en los honores.

En la pista se realizó una emotiva despedida de un grupo de paracaidistas de la Brigada de Fuerzas Especiales Patria, ubicada en Latacunga, en Cotopaxi. Los comandos se ubicaron frente a los féretros de sus compañeros. Allí les brindaron el saludo militar con la mano derecha extendida a sus boinas rojas.

Fabián Fuel, jefe de la Brigada Patria, fue el encargado dirigir los honores. El oficial, vestido de camuflaje, y sus compañeros realizaron la oración del comando. Inclinados al frente de los féretros y despojados de su boina arengaron su oración. “Soy comando y guerrero del Ecuador…”.

La emotiva oración arrancó lágrimas de los familiares y amigos. Algunos militares apretaron sus labios para no llorar y otros inclinaron su cabeza. “Porque te fuiste hijito mío”, “Sinchiguano (Edwin) no me dejes”, grito la madre del comando.

La progenitora estaba acompañada de su esposo, su nuera y su hijo. Todos se abrazaron el instante de que sus compañeros subieron el féretro al avión C-130 de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.

Mientras, los ataúdes con los cuerpos de los militares de Bolívar, Tungurahua, Chimborazo y Napo fueron trasladados al ingreso del fuerte militar. Allí les ubicaron en carrozas y ambulancias para trasladarles a sus provincias de origen.

Mariana Pérez, familiar del oficial Cristian Zambrano, indicó que en el Coliseo de Tena, en Napo, se realizará una capilla ardiente. "Las autoridades cantonales nos ayudarán con el sepelio. Nuestros familiares y amigos están esperándonos en este momento de dolor", comentó Pérez.

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