Unos 600 estudiantes de 20 colegios de la capital azuaya (distribuidos por zonas) recorren la ciudad, para constatar si las familias cumplen con el reciclaje de desechos.
Cuando comprueban la infracción, un funcionario de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC) emite boletas a los culpables. Allí advierten y citan a una comparecencia.
En el juzgamiento informan al infractor sobre su error, la multa que debe pagar y cómo se clasifica la basura. En caso de reincidencia, el citado debe pagar USD 20 por no separar los desechos y USD 100 por lanzar fundas con desechos desde casas o edificios.
“Esos valores podrían aumentar si hay una segunda reincidencia”, dice el gerente de la EMAC, Diego Andrade. Desde la semana pasada, la entidad extendió 3 000 boletas de advertencia, como parte de la campaña de socialización del reciclaje.
Aún no hay multados por esa infracción, pero sí por otras como dejar desechos en zonas prohibidas. José Chiqui canceló USD 20 por botar la basura en la avenida 24 de Mayo y calle Puyo.
Vicente Farfán pagó USD 60, por depositar escombros en la margen del río Tomebamba. Sus juzgamientos se basaron en una ordenanza que regula y controla la disposición de los desechos y que rige desde abril del 2000, pero se aplica a medias.
“Por ello, no se recicla y las cifras lo confirman”, dice Andrade. Solo ocho de las 385 toneladas de basura que genera al día la urbe son de material reciclado. Es el mismo porcentaje (2%) del 2004, cuando se inició la campaña sobre el manejo de la basura.
Según Andrade, desde la semana pasada, con las citaciones, el porcentaje subió a 10 toneladas. Ese material se distribuye entre las dos asociaciones existentes en Cuenca, para su comercialización. La idea es llegar a 30 toneladas hasta finales de año.
Según Gissela Zhingri y Galo Chimbo, alumnos del colegio Antonio Ávila, la mayoría desconoce el proceso. En sus visitas, ellos hablan sobre la importancia del reciclaje para conservar el ambiente y advierten a las familias sobre la vigencia de las multas.
Los estudiantes retornan a la siguiente semana al sector donde se entregaron las boletas de comparecencia preventiva, para constatar si hay un cambio de actitud. El dinero que se genere por las multas se reinvertirá en el arreglo de parterres y espacios verdes.