Ese aspecto no solo se ve en la cantidad de soportes elegidos por los artistas, sino también en el número de espacios, tradicionales o no, que albergan propuestas artísticas.
Para que esa diversidad no resulte caótica los organizadores decidieron dividir las obras de acuerdo con su temática. El eje conceptual Intersecciones; memoria, realidad y nuevos tiempos fue dividido en cuatro temas llamados Poéticas del agua (8 proyectos), Laberintos de la realidad (27), Imaginarios sobre Cuenca (10) y Con las glorias no se olvidan las memorias (16).
Siguiendo esa lógica también se separó la muestra en competencia en 16 espacios, entre galerías, museos, salas, auditorios y espacios públicos. Esa ubicación hizo que el Museo de Arte Moderno se convirtiera en el espacio que más obras alberga con 16 propuestas en competencias y dos exposiciones paralelas. El segundo sitio más ocupado es el Centro de Alto Rendimiento de Totoracocha, que alberga 15 proyectos; el aeropuerto Mariscal Lamar, con ocho obras.
Otros espacios usados para esta décima edición son el Museo de los Metales, de las Conceptas, de la Medicina, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, la Alianza Francesa, Salón del Pueblo y el Banco Central. También hay exposiciones en Pumapungo, el museo Remigio Crespo, la plazoleta de San Roque y la Corte Superior de Justicia. Además hay muestras paralelas en otras galerías, librerías, hoteles e instituciones. En la Bienal participan 61 artistas de 30 países de América, Europa y Asia. Red. Cuenca