Mark Zuckerberg (d), fundador de Facebook, fue uno de los invitados al foro empresarial, junto al presidente panameño, Juan Carlos Varela. Foto: EFE
Una pregunta se impone de cara a la VII Cumbre de las Américas, que se lleva a cabo hoy y mañana en Panamá. ¿Qué sería de él si no estuviese marcado por la primera presencia de un mandatario cubano (Raúl Castro), quien por primera vez estará oficialmente cerca de un presidente estadounidense (Barack Obama) y ante una crisis diplomática entre EE.UU. y Venezuela?
El tema central de esta Cumbre es la “prosperidad con equidad: el desafío de cooperación en las Américas”. Quiere tratar, en su agenda, temas de educación, comercio, integración, seguridad, entre otros. En Ciudad de Panamá no solo están funcionarios de Estado, sino también empresarios, rectores de universidades, organizaciones sociales y no gubernamentales. Pero todo apunta que será la foto o el abrazo entre Castro y Obama y lo que ocurra con Venezuela lo que predomine, y más aún con la presencia de 26 exmandatarios que piden elecciones libres en Venezuela.
“Incluso los estadounidenses están pugnando por hablar de otros temas en la Cumbre”, dice Andrés González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco. Recordó, por ejemplo, que en la V Cumbre, en Trinidad y Tobago, en el 2009, el mismo Obama llegó con su propia agenda: el impulso al desarrollo energético regional. “Pero a nadie le interesó”, dice González, y también fue Cuba, nunca invitada a estos encuentros hasta hoy, uno de los temas centrales en aquella cumbre.
Sin embargo, tampoco Obama ha podido sustraerse de lo que será este encuentro para el que Panamá ha invertido USD 15 millones. Por una parte, ayer, mientras realizaba una visita a Jamaica, dijo que terminó el trámite para retirar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, algo que la Isla ha demandado desde hace mucho. Pero a su vez, en el encuentro con mandatarios del Caribe, ofreció alternativas de energía limpia a los países para que reduzcan su dependencia de petróleo venezolano. Y para ello ofreció USD 20 millones.
En una entrevista con la agencia EFE, Obama destacó que los cambios en la política hacia Cuba ya está dando los primeros resultados y que ni EE.UU. ni la región deben “mantener silencio” sobre la situación en Venezuela.
Y es precisamente este país el que impide que se firme una declaración final. El Gobierno de Maduro exigió que se incluya en la declaración un preámbulo de condena contra las medidas ejecutivas de Obama, quien decretó una “emergencia nacional” en EE.UU. por crisis en este país sudamericano, junto a un paquete de sanciones contra varios funcionarios venezolanos.
Frente a ello, los cancilleres de la región, entre los que no se encontraba Ricardo Patiño, quien viaja hoy con el presidente Rafael Correa a la cita hemisférica, acordaron que sea Panamá el que emita apenas un informe final.
Ayer, durante la visita al país del canciller chileno, Heraldo Muñoz, reconoció que “las señales no eran prometedoras”, pero que “de todas maneras esperamos que las discusiones, aunque no haya un documento, sean fructíferas”. A su vez, Patiño anunció que desde Panamá le han dicho que en caso de no llegar a ese consenso, “esos temas serían trasladados a los organismos internacionales que correspondan para que allá sean finiquitados, tratados y se puedan después cumplir efectivamente”.
De hecho, según las autoridades venezolanas, que recibieron la visita del consejero del Departamento de Estado de EE.UU., Thomas Shannon, su “primer interés en este momento es distender el clima previo a la Cumbre” y que después seguirán actuando sobre Venezuela.
“Los consensos, en una región tan polémica como la nuestra, es difícil. Son 35 países y generalmente las declaraciones son tan ambiguas y tan generales. El problema de esta Cumbre es que no salga con nada. Y si sale con algo, no es vinculante”, dice González.
Región
Por presión de Venezuela, no se firmará un acuerdo final de la cita en Panamá
En contexto
La Cumbre de las Américas se realizó por primera vez en 1994 en Miami (EE.UU.), por iniciativa del entonces presidente estadounidense Bill Clinton. Hasta hoy se han realizado seis citas hemisféricas. Emitir declaraciones siempre fue difícil para los 35 países.