PARIS, 18 Dic 2009 (AFP) –
Unos 400 monjes budistas vietnamitas pidieron el “asilo temporal” en Francia pues se consideran perseguidos en su país, anunció hoy un portavoz de la delegación encargada de presentar la demanda a las autoridades francesas, Phap Linh.
“Esos monjes no están en seguridad. El gobierno vietnamita no está en condiciones de protegerlos. Y por ello apelamos a la tradición francesa para acoger a las víctimas de persecuciones”, indicó Phjap Linh, al anunciar que una carta con el pedido de asilo había sido remitida a la presidencia francesa.
Aclaró que no se trata de pedir “un asilo definitivo, porque estamos convencidos de que el régimen cambiará de opinión” respecto de ellos.
Estos monjes siguen la tradición de Thich Nhat Hanh, maestro zen y figura internacional del budismo que vive en el sudoeste de Francia, donde fundó un centro budista. Por esa razón eligieron Francia para pedir asilo.
El ministerio francés de Relaciones Exteriores indicó hoy que Francia “sigue este caso con mucha atención”.
“Defendemos el diálogo y esperamos enérgicamente que el sentido común, el diálogo y la calma prevalezcan entre las partes interesadas”, indicó el portavoz de la cancillería francesa, Bernard Valero, al asegurar que esa fórmula no significa que “rechazarán” el pedido de los monjes.
Phap Linh explicó que la comunidad de los monjes en cuestión fue expulsada el 27 de septiembre de su monasterio de Bat Nha en el centro de Vietnam y que se refugiaron en un templo vecino en Phuoc Hue.
El gobierno vietnamita, que niega haber reprimido y perjudicado la libertad de culto, ha presentado este asunto como una disputa interna entre budistas.
Thich Nhat Hanh, obligado a exiliarse en los años 60 por el régimen del Sur de Vietnam por sus posiciones contra la guerra, fue durante mucho tiempo persona non grata en Vietnam tras la llegada al poder de los comunistas en 1975.
Thich Nhat Hanh volvió a Vietnam por primera vez en 2005. Desde entonces, algunos monasterios albergan a cientos de discípulos. Pero sus allegados creen que a las autoridades les preocupa el creciente interés de los jóvenes por el conocido monje budista.