Crisis en Europa

Quién se hubiera imaginado hace 30 años que países considerados desarrollados iban a tener su episodio de crisis al estilo de lo que ocurrió en América Latina en la década de los ochenta del siglo pasado. Pues bien, hoy el mundo está observando cómo, países miembros de la Unión Europea, están atravesando por los mismos problemas que experimentaron los países de nuestra región. Una política de bajas tasas de interés seguida por la Reserva Federal para estimular la economía norteamericana causó una serie de burbujas en los mercados de activos, especialmente en el inmobiliario. Cuando estalló la burbuja, los bancos estuvieron al borde de la quiebra; los mercados financieros cesaron de funcionar y la economía mundial se puso al borde de otra gran depresión. Debido a la integración de los mercados financieros, algunas de las economías de Europa experimentaron burbujas inmobiliarias y los bancos se llenaron de activos tóxicos que daban la vuelta por el mundo. Los países del sur de Europa, beneficiarios con su incorporación a la zona Euro, vieron de pronto reducir los costos financieros de su deuda, y entraron en un agresivo endeudamiento acompañado de déficit fiscales crecientes que pasaban con holgura los límites impuestos por la Unión Europea. El resultado no podía ser otro que la caída de las economías más vulnerables. Grecia fue la primera en línea cuando se descubrió que el Gobierno saliente había alterado las cifras del déficit fiscal por lo cual sus necesidades de financiamiento eran mucho mayores y no contaba con los recursos para cubrirlo. Se armó el primer paquete de rescate con la participación del FMI. El fin de semana pasado se anunció otro paquete de salvamento, esta vez le tocó a Irlanda. Ante esta situación, los ministros de Finanzas de la UE aprobaron un mecanismo a largo plazo que tiene como objetivo prevenir que las crisis de la deuda pongan en peligro al sistema monetario único. El llamado “Mecanismo de Estabilidad Europeo”, de reciente creación contempla que los tenedores privados de bonos soberanos deberán compartir los descuentos cuando se reestructuren las deudas de un país; pero esta regla se aplicará recién a partir del 2013. Otros candidatos esperan en línea. Posiblemente Portugal sea el siguiente. Más temprano que tarde, se tendrán que reestructurar las deudas, y los inversionistas privados tendrán que asumir parte del costo. Seguramente, el Fondo de Estabilidad Financiera tendrá que emitir bonos europeos que sustituirán a los bonos soberanos a un valor nominal menor. La historia enseña que los paquetes de rescate combinados con ajustes económicos no dan resultado cuando el nivel de la deuda es insostenible económica y socialmente.

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