Redacción Guayaquil Las denuncias de abusos de sacerdotes a menores ponen dudas a la imagen de la Iglesia y del propio Papa. Con curiosa coincidencia, suele producirse en las grandes fiestas de la fe cristiana: Navidad o Pascua, cuando hay el descubrimiento de algo arqueológico o sale una película tipo Da Vinci o, como ahora, se remueven casos de hace 50 años.¿Es una conspiración?No creo que haya una conspiración. Es el fruto de una forma de pensar de muchos que les cae mal la Iglesia, no la soportan y tratan de rayar su dignidad y su prestigio. Los casos y acusaciones, concretamente al Santo Padre, son sin fundamento.¿Por qué?El Papa siempre ha tenido una postura muy clara, de condenar esos abusos, de poner solución dentro de la Iglesia y de no poner ningún obstáculo a la acción de la sociedad, para sancionar este delito. Las conexiones con las que se trata de sostener una presunta disposición de ocultar, a veces como que confunden el papel de la Iglesia.¿A qué se refiere? A la Iglesia no le corresponde meter a nadie en la cárcel ni hacer una tarea de defensa del bien público. Eso sí, debe ser coherente y no mantener, en el servicio a las personas que han manifestado su incapacidad por estos motivos. El caso horroroso de abusos a sordomudos en Estados Unidos. Ese padre fue juzgado por todos los procedimientos de ese país y no lo encontraron culpable. La Doctrina de la Fe le comunicó al obispo que ese padre podía seguir, en lo posible, haciendo su misa privada. Eso no es encubrimiento.Con estos casos, se siente que falta una Iglesia más abierta a dar información.En muchas ocasiones, nos falta a los sacerdotes, a los obispos, confianza en lo que son los canales de comunicación de la sociedad moderna. Puede haber esa reticencia, es como el que trata de proteger a su familia, a su hogar o compañeros. Cierto es que nos falta una buena comunicación porque en ocasiones sentimos que los medios no son equitativos con la vida de la Iglesia.¿Estos hechos afectan la fe de los ecuatorianos?Hace unos tres años, la credibilidad de la Iglesia bajó unos 30 puntos, al cabo de seis meses se ubicó donde estaba antes. Por encima de casos puntuales, nuestra gente conoce a sus sacerdotes, con todos los defectos que a veces se les critica, pero normalmente son queridos.En Ecuador ¿hay los controles para que no se presenten estos casos?La Conferencia Episcopal formuló expresamente una directiva interna para que no se tolere ninguna situación en la que los sacerdotes vivan en contra de su promesa del celibato.