Sao Paulo, Reuters
Tras luchar contra una de sus mayores crisis de crédito, los productores de azúcar y etanol brasileños ahora están en alerta por una nueva enfermedad de hongos que podría causar pérdidas de 300 millones de dólares anuales.
La roya marrón de la caña de azúcar, una enfermedad causada por hongos que se propaga por el aire y que hace una década diezmó la producción de caña en Australia, ahora se ha verificado por primera vez en el estado brasileño de Sao Paulo, el principal productor de caña del país.
Los especialistas no creen que el mal cause un efecto importante en la producción porque cerca de un 70 por ciento de las variedades de caña usadas actualmente en campos brasileños son resistentes a la enfermedad, según estimaciones del Ministerio de Agricultura.
Sin embargo, la única forma de combatir la roya marrón es arrancando variedades no resistentes de los campos. Brasil es el principal productor y exportador mundial de azúcar y etanol y en dos semanas de su cosecha, que se extiende entre marzo y diciembre, muele el equivalente a la producción anual de caña de Australia.
“Estimamos una pérdida anual de 300 millones de reales (169,58 millones de reales), considerando una caída promedio del 20 por ciento en rendimiento en las variedades vulnerables”, dijo Enrico de Beni Arrigoni, experto del Centro de Tecnología de la Caña de Azúcar de Brasil (CTC, por sus siglas en portugués).
La estimación se basa en un rendimiento promedio de 80 toneladas de caña por hectárea y un valor de 40 reales (22 dólares) por tonelada de caña. También considera la posibilidad de su propagación a todas las áreas con variedades no resistentes.
La roya marrón es causada por el hongo Puccinia Kuehnii y afecta a las hojas de la caña de azúcar, reduciendo su fotosíntesis y disminuyendo de ese modo su capacidad para producir sacarosa, la materia prima para el azúcar y el etanol.
Después de la confirmación del primer caso en Araraquara, en el centro norte del estado de Sao Paulo, el 7 de diciembre, el mal fue reportado en varias otras áreas clave en ese estado, como Ribeirao Preto, Aracatuba y Piracicaba.
El estado de Sao Paulo solo es responsable por la producción de más del 60 por ciento de la producción de caña de Brasil. A diferencia de otros países, Brasil no cuenta con un fungicida permitido comercialmente para combatir la enfermedad y considerando que la aprobación de dicho producto podría tomar años, Arrigoni dijo que esa opción no sería una alternativa.
No obstante, los campos de caña de azúcar en Brasil generalmente son replantados tras cinco o seis años de producción, por lo que en muchos casos de igual modo se replantará con variedades resistentes. Según el CTC, de las muchas variedades analizadas sólo dos mostraron ser seriamente vulnerables a la roya marrón, que se propaga a un ritmo promedio de 600 kilómetros por semana, dependiendo del viento.
El CTC, que fue creado en el 2004 a partir de la compañía azucarera brasileña Copersucar y ha sido líder mundial en investigación de caña, ya está aconsejando a los productores que revisen sus áreas y las replanten lo antes posible.