Correa no viajó con Zelaya a Honduras

Redacción Política

Finalmente, la intención del presidente Rafael Correa  y otros dos mandatarios de la región de acompañar a Manuel Zelaya a Tegucigalpa para que asuma la presidencia  de Honduras no se concretó. 

Después de tres horas de discusión en la Residencia de la Embajada ecuatoriana, Correa y sus colegas de Argentina, Cristina Fernández; de Paraguay, Fernando Lugo,  y el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) acordaron que el presidente Zelaya, depuesto hace una semana por un golpe militar, viaje a su país en compañía del presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D’ Escoto.

La decisión fue comunicada por el mandatario ecuatoriano, quien a las 07:20 (hora ecuatoriana) llegó a la capital estadounidense. De inmediato después que el avión Legacy 600  llegó a la Base Andrews, en Maryland, Correa se  dirigió a la Residencia de su embajada. Allí ya le esperaban Cristina Fernández y Fernando Lugo, quienes se anticiparon en el viaje.  A la cita no tuvieron acceso  los medios de comunicación ecuatorianos que acompañaron al presidente.

En la reunión,  Correa estuvo acompañado por el ministro de Coordinación Política, Ricardo Patiño, y de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal. El canciller  Fander Falconí se unió a la delegación ecuatoriana, pues él viajó la víspera para asistir a la asamblea extraordinaria de la OEA, en la que el organismo hemisférico tomó la decisión de expulsar a estado hondureño por el golpe de Estado que sacó de poder a Zelaya.

El ambiente caldeado que se vive en la capital hondureña, así como las declaraciones de arzobispo Óscar Andrés Rodríguez, presidente de la Conferencia Episcopal Hondureña,  quien,  el sábado,  pidió a Zelaya que no viaje a Tegucigalpa y así evitar un derramamiento de sangre, hicieron desistir a Correa y los otros mandatarios de acompañar al mandatario hondureño en ese viaje.

En una breve rueda de prensa, que se desarrolló en la Embajada ecuatoriana, Correa consideró que la decisión adoptada es sabia pero prudente, pues impediría que se produzca una represión brutal en contra de pueblo hondureño y un derramamiento de sangre.

A decir de Correa, el no poder llegar a Tegucigalpa con Zelaya, con cuyo gobierno el Ecuador firmó hace un mes convenios de cooperación en materia de reforma del Estado, no es una derrota. “El mundo entero es testigo de que hay un presidente que no puede llegar a su país, no por voluntad propia, sino porque hay un sector que no le permite regresar”, comentó Correa.

Después de esas declaraciones, el presidente Correa tenía previsto dirigirse a la Base Militar de Washington para, con los otros mandatarios colegas, viajar hasta San Salvador. La presidenta Cristina Fernández  ofreció su avión, el Tango 001, para dirigirse a la capital salvadoreña.

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