Redacción Cultura
El escenario vacío es el reflejo de aquello que posee Matilde: lo que lleva encima, y nada más. La protagonista del monólogo ‘Corre’, cuya temporada de estreno se presenta en la Casa de Teatro Malayerba, se desplaza continuamente, llevando solamente como equipaje sus traumas, el pesar de tener que dejar todo atrás con el inevitable dolor y desarraigo.
Con sus palabras y movimientos, la actriz Alexandra Almeida busca reflejar el estado de indefensión en el cual se encuentran las personas desplazadas. La postura de su primera aparición recuerda la de una mujer dando a luz, o la de quien está a punto de ser revisada por el ginecólogo, exposición que se repite sistemáticamente cada vez que empieza la representación de uno de sus dramas. Parecería que no le falta nada por sufrir: ha sido violada, humillada e incluso presionada a cometer un acto con el cual su personaje no está seguro de aceptar: el aborto del fruto de la violación.
En ningún momento nombra un país o ciudad en específico: el trote apresurado que sigue al grito que da nombre a la obra “¡Corre!” tampoco parece tener una dirección certera: es el eterno avanzar hacia un lugar desconocido e indeterminado, ese que buscan los refugiados a quien la actriz agradece sus lecciones de cómo “mirar al mundo desde otro lugar”. Almeida, como abogada en temas de DD.HH., conoce de primera mano muchas historias de las que condensa esta obra.
Este trabajo, que estará en escena hasta el 18 de abril, se presenta de jueves a sábado, a las 20:00, y el domingo, a las 18:30, en la Casa de Teatro Malayerba, en la calle Sodiro 345 y av. 6 de Diciembre, junto a la iglesia de El Belén.