Redacción Cultura
Diálogos con la danza propuso una programación complementaria entre las presentaciones de nueve coreografías de artistas ecuatorianos y los debates alrededor del hecho escénico: desde la creación, la recepción y la crítica.
A las 20:00 del lunes y martes pasados, en las salas del Ocho y Medio de La Floresta y Tumbaco, se mostraron las piezas ‘Sandunga’, ‘Domesticación de las emociones’, ‘En quietud’, ‘Danza jazz’, ‘Las rosas de este mundo’, ‘Imágenes del deterioro’, ‘La huesudita’, ‘Empty Hallways’ y ‘Menos uno’.
A la mañana siguiente de cada función, una mesa de dialogantes: Valeria Andrade, Genoveva Mora, Ernesto Ortiz, Tamia Guayasamín y Patricio Andrade interpeló a los bailarines y coreógrafos participantes.
Durante los diálogos se habló de la danza como un camino para explorar y percibir el mundo desde el movimiento. Se habló sobre las dificultades de pasar del estado creacional hacia la concreción del producto escénico y de los mecanismos para una verdadera transmisión de emociones al espectador. Uno a uno los creadores y sus obras fueron analizados desde el cuestionamiento teórico de los dialogantes y la reflexión espontánea del público.
El papel de la investigación, la improvisación y la interdisciplina en el desarrollo de los recitales, así como los objetivos del creador para con el público, también fueron tratados.
Genoveva Mora, organizadora del acto, explica que dentro de las conclusiones del encuentro se manifestó la necesidad de dar seguimiento a los diálogos y a sus temáticas. También dice que se realizará una bitácora de los debates, la cual será publicada en la edición de septiembre de la revista El Apuntador.