No espero coherencia en la justicia. Más aún si sus administradores poco la entienden, parecen admirarla como deidad sagrada, como fin de existencia a diario perseguido y a diario denegado. Si aún Kelsen (eminencia en el sector jurídico) no tienen una definición clara y juega con características a su alrededor, nada objetivo se puede esperar de lo que aún no se ha materializado. Y si la misma certeza tenemos con la verdad y la libertad, sin duda las ciencias sociales tienen trabajo para rato. Pero es posible que esta búsqueda no se desvanezca en el terreno de lo subjetivo, quizá la interrelación con ciencias exactas, expertas en el campo de la precisión sean la respuesta certera.