Washington. AFP
La medidas de seguridad reforzadas decididas por Estados Unidos luego del atentado frustrado contra el vuelo Amsterdam-Detroit, reivindicado por la rama yemenita de Al Qaeda, entraron en vigor ayer. Mientras tanto, Francia seguía el ejemplo británico y estadounidense, cerrando al público su Embajada en Yemen.
Estos tres países señalaron amenazas de ataques contra intereses extranjeros en Yemen por parte de grupos que afirman pertenecer a la red de Osama bin Laden, 10 días después del intento de atentado en Navidad contra el avión de Northwest Airlines.
Nigeria, el país natal de Umar Faruk Abdulmutallab, de 23 años, el autor del atentado fallido que se atribuyó Al Qaeda en la Península Arábiga , un grupo radicado en Yemen, consideró ayer “injusta” la decisión de EE.UU. de colocarlo en la lista de los países que deben ser vigilados.
“Es injusto discriminar a 150 millones de personas debido a la conducta de una sola”, dijo la ministra de Información y portavoz del Gobierno, Dora Akunyili.
El domingo, Washington anunció el fortalecimiento de los controles de los pasajeros que se embarcan en aviones con destino a Estados Unidos.
Dicha medida, que se aplicó a partir de ayer, prevé incrementar los controles sobre “todos” los pasajeros originarios o procedentes de países considerados como respaldos del terrorismo “o de todo otro país involucrado”, cuya lista completa no ha sido publicada oficialmente.
Esta lista de 14 países incluye a Nigeria, Yemen, Cuba, Pakistán, Afganistán, Libia y Somalia. En Saná, la capital de Yemen, las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña permanecieron clausuradas por segundo día consecutivo tras haber cerrado sus puertas el domingo “debido a la existencia de amenazas de Al Qaeda en la Península Arábiga”.
Responsables yemeníes declararon que la seguridad había sido reforzada en torno a las legaciones de ambos países y a otras misiones diplomáticas en la capital.
Tras España, que el domingo decidió restringir el acceso al público a su Embajada, ayer Francia anunció el cierre de su misión, Alemania el refuerzo de la seguridad en su representación, y Japón la suspensión de sus servicios consulares. Por su parte, Italia decidió reforzar las medidas de seguridad de su Embajada en Yemen, aunque no la cerró, y solicitó mayor coordinación a los países de la Unión Europea y del G8.
Ayer, las medidas reforzadas decididas por EE.UU. comenzaron a ser aplicadas, como en Pakistán, donde los pasajeros que embarcan en el aeropuerto de Islamabad hacia Estados Unidos son sometidos a controles estrictos.
Cuba, que también figura en la lista de países que deben ser vigilados, calificó de “paranoia antiterrorista” la decisión estadounidense. Al reivindicar el atentado fallido del pasado 25 de diciembre, AQAP prometió matar “a todos los cruzados”. Esta amenaza es tomada en serio en las capitales occidentales.