Mont Ventoux. AFP
El español Alberto Contador (equipo Astana) se aseguró prácticamente la conquista de su segundo Tour de Francia de ciclismo. Esto, tras disputarse ayer la vigésima y penúltima etapa, con meta en el mítico Mont Ventoux, donde se impuso Juan Manuel Gárate.
El maillot amarillo supo controlar la situación, a pesar de los intentos desesperados de su principal perseguidor, el luxemburgués Andy Schleck (equipo Saxo Bank), en la ascensión final del día, con la ayuda en todo momento de su hermano Frank.
Contador mantuvo la diferencia de 4 minutos y 11 segundos sobre el pequeño de los Schleck, mientras que Astana logró conservar la tercera posición para el estadounidense Lance
Armstrong, que se alista para subir al podio en el año de su regreso a la ‘Grande Boucle’, tras cuatro años de ausencia.
“No me puedo quejar, para un viejo que viene y se sube al podio con estos chicos no es tan malo” , dijo el texano, de 37 años.
La última etapa del Tour, concebida como un paseo triunfal para el futuro campeón, cubrirá 164 kilómetros entre Monterea- Fault-Yonne y París. Tras ella, el ciclismo español inscribirá por cuarto año consecutivo su nombre en el palmarés de campeones del Tour francés, después de los últimos éxitos de Óscar Pereiro (2006), el propio Contador (2007) y Carlos Sastre (2008) .
En la etapa del día, el español Gárate superó a 1 912 metros de altitud a su compañero de escapada, la joven promesa alemana Tony Martin, que perdió el pulso final y entró a tres segundos.
El triunfador en el Mont Ventoux nació en Irún, en la frontera entre Francia y España.
Este éxito es el primero que vive el español de 33 años en la principal carrera internacional, aunque sí cuenta con una victoria de etapa en la Vuelta a España y otra en el Giro de Italia.
“Es un gran día para mí. Desde el inicio del Tour, todo el equipo ha intentado ganar etapas, sin conseguirlo, y yo lo he hecho” , comentó Gárate tras su logro.
Entre las anécdotas del día estuvo un incendio cerca del Ventoux, que provocó que algunos corredores tuvieran que dejar paso a los bomberos desplazados para sofocar el fuego.