El consumo con tarjeta pierde dinamismo en Ecuador

La compra de zapatos y ropa está entre los principales rubros de endeudamiento con tarjeta. Foto: Evelyn Tapia / EL COMERCIO.

La compra de zapatos y ropa está entre los principales rubros de endeudamiento con tarjeta. Foto: Evelyn Tapia / EL COMERCIO.

La compra de zapatos y ropa está entre los principales rubros de endeudamiento con tarjeta. Foto: Evelyn Tapia / EL COMERCIO.

La cartera de créditos con tarjeta se incrementó apenas un 1,1% si se compara junio de este año con el mismo mes del 2014, según datos de la Superintendencia de Bancos.

Sin embargo, si se compara la evolución desde inicios de año hasta el mes pasado se evidencia una contracción del 3%. Para Andrés Vergara, analista económico, esto puede explicarse por la disminución de los depósitos en los bancos. “Para poder tener un negocio de tarjeta necesito inversionistas, alguien que deposite, y si esto baja, la cartera también”.

Este año, según Rodrigo Andrade, vicepresidente de banca personal del Banco Guayaquil la emisión de tarjetas ha crecido entre un 5 y 10%. Solo en este banco, las tarjetas de crédito facturan alrededor de USD 1 000 millones al año.

Para Ferseth León, docente de la Facultad de Economía de la Universidad Ecotec, sin embargo, aunque no se han evidenciado importantes crecimientos en consumo de tarjetas en este primer semestre el sector podría verse un impacto este año con mayores niveles de morosidad, dado el contexto económico que atraviesa actualmente Ecuador.

León explica que el consumo con tarjeta de crédito no se contraerá demasiado sobre todo porque la mayor parte de los créditos con tarjeta son de consumo de artículos de primera necesidad.

La compra de alimentos, ropa y zapatos corresponden al 68% de deudas adquiridas a través de este medio de pago, según el estudio Consumer Watch, realizado en el 2014 por la firma Kantar World Panel.

“Normalmente el consumidor compra a un año plazo. Entonces recién se sentirá el impacto de la morosidad cuando pasen los doce meses de los créditos que la gente ha adquirido este año”, explica el docente, y añade que el 85% de los tarjetahabientes pertenece a la clase media.

Según el informes de la Superintendencia de Bancos, la morosidad en el sistema de compañías emisoras y administradoras pasó de 4,83 a 5,16% si se compara junio del 2014 con junio de este año. Esto tomando en cuenta cifras de Interdin (Diners).

Las cifras de morosidad de Pacificard no constan en el boletín, debido a la fusión con Banco del Pacífico.

“Este incremento en la morosidad está relacionado con las cifras de empleo. Este año el empleo pleno se redujo y la gente que cuenta con una tarjeta es por lo general gente con empleo”, dice Vergara.

Aunque frente a la situación económica actual se había augurado una contracción del consumo en el país, la cartera de créditos de consumo de Interdin pasó de USD 66 millones en junio del 2014 a USD 102 millones en junio del 2015.

Sebastián Quevedo, vicepresidente de Medios de Pago de Produbanco Grupo Promerica, señala que el banco no ha registrado un crecimiento importante de consumo, como se esperaba, sino que se ha mantenido estable.

“La expectativa es dar seguimiento para evitar una degradación de los indicadores de cobranza. Sin embargo, y entendiendo la calidad del análisis crediticio que hemos hecho no deberíamos tener problema”, sostiene Quevedo.

Este banco cuenta con unos 160 000 tarjetahabientes.
Rodrigo Andrade, de Banco Guayaquil, sin embargo, considera que el ecuatoriano tiene una cultura financiera madura y hasta ahora, los indicadores de morosidad no alarman.

“Tenemos indicadores de morosidad que siguen siendo razonables para la región y no vemos un volcamiento desmesurado al consumo”.

León indica que una estrategia de los bancos para disminuir los riesgos de incremento en morosidad sin que se reduzca el consumo podría ser apuntar a segmentos más altos de clientes, es decir, aquellos que tengan mayores ingresos.

Pero Mateo Lleras, vocero de Mastercard para América Latina y el Caribe, considera que el crecimiento de créditos de consumo con tarjeta es una tendencia que no solo está anclándose en el Ecuador.

“Hay un mayor uso de medios de pago electrónicos, a medida que el consumidor entiende su conveniencia, seguridad y facilidad de uso, así como va reconociendo el costo que tiene el dinero, como su transporte, seguridad, etc.”.

En el 2014, los tarjetahabientes de Mastercard la región usaron sus tarjetas en más de 5,104 millones de transacciones de compra y retiro de efectivo, un 14,3% por encima del mismo periodo en el 2013.

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