Pagar anticipadamente por la disposición de los escombros de una obra será uno de los requisitos que deberán cumplir las constructoras en Quito. En septiembre empezará a regir un nuevo sistema de cobro por el servicio de disposición de ese tipo desechos.
Actualmente, el transportista cobra entre USD 50 y 80 por llevar el material hasta las escombreras y allí cancela USD 0,57 por cada m³ para su disposición. Paga unos USD 5 dependiendo de la volqueta.
Esa dinámica será distinta, explica Santiago Andrade, gerente general de la Empresa Metropolitana de Gestión de Residuos (Emgirs), que está a cargo de las tres escombreras autorizadas en Quito, en El Troje, Cocotog y Oyacoto.
El nuevo sistema busca que el pago lo asuma el generador, tal como lo dispone la Ordenanza 332. Sistemas similares operan en ciudades como Barcelona o Madrid, y de allí se toma el modelo para Quito.
En un trabajo en conjunto con la Secretaría de Territorio, se pulió este modelo de gestión mediante el cual el constructor, antes de solicitar el permiso de construcción en la administración zonal, deberá acercarse a la Emgirs para presentar una memoria técnica en la que conste cuánto escombro va a sacar. Firmará un contrato para la disposición del material y pagará por anticipado el costo vigente.
La Emgirs emitirá tiques con un código de barras, los cuales deberán entregarse a los transportistas para que puedan ingresar a las escombreras sin tener que pagar valores adicionales. En caso de que se genere una menor cantidad de escombros, se devolverá el valor del saldo.
A Juan Mosquera, líder de los volqueteros que operan en los valles, le preocupa el cobro en el caso de limpieza de terrenos, nivelaciones o pequeñas obras en donde no haya constructora de por medio.
Andrade explica que para esos casos en las escombreras se mantendrá paralelamente la metodología actual de cobro en ventanilla. Esto servirá, además, para recibir los desechos de construcciones informales, lo que al momento representa entre el 40 y 50% del material que reciben a diario.
Desde que las escombreras pasaron a manos de la Emgirs en el 2015, dice Andrade, han operado con valores en contra. El dinero que el transportista paga no alcanza para cubrir la totalidad de los gastos, por lo que la empresa debe adicionar el resto del valor. Al año, a la Emgirs le cuesta entre USD 2 y 2,5 millones, disponer de manera adecuada los escombros. El presupuesto anual de la empresa es de USD 39 millones.
La tarifa real para dar tratamiento a los escombros es de USD 1,12 por m³, durante el día y 1,45 durante la noche.
Justamente, hace 15 días, pasó a segundo debate del Concejo Metropolitano un proyecto de ordenanza que busca subir el costo por este servicio y propone tarifas acorde con el costo real de operación.
El proyecto busca, además, aplicar una fórmula para el ajuste anual del valor. Esta fórmula toma ciertos factores como la inflación, el incremento al salario, los costos de producción, para poder subir el valor cada año. El objetivo es no tener que volver el año entrante al Concejo Metropolitano, sino que baste con calcular el alza y reajustarla. Andrade asegura que no serán más de tres o cuatro centavos al año.
Otra de las ventajas de este nuevo sistema es que le permitirá al Municipio tener datos certeros sobre el punto de partida del material que llega a las escombreras, y obtener información que le permita una mejor planificación.
¿Cuánto material sale de una construcción? La cantidad es relativa. Depende de la topografía del terreno y de los materiales que se usen.
Carlos Buitrón, constructor independiente, calcula que se debe multiplicar el área de construcción total por 0,12. Así, en un proyecto de 10 000 m², saldrían 1 200 m³ de escombros. Cada volqueta de 8 m³ cobra USD 50. Es decir, pagaría 7 500 en despojos.
Para Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Construcción la medida es acertada ya que se está haciendo un trabajo de concienciación en la gente y en los constructores para el manejo de desechos.
De hecho en la capital aun hay quienes arrojan escombros en quebradas o lugares no autorizados. En lo que va del año la Agencia de Control tramitó 45 casos por esa falta.
Durán advierte que el descontento general tiene que ver con el pago anticipado, y proponen que se lo haga de manera paulatina. Más aún, dice, tomando en cuenta que el mercado inmobiliario se ha estancado y que un 34% de las unidades construidas (unas 20 000) no se ha podido vender.
Andrade sostiene que el incremento en el costo de la construcción es bajo. Iría, dice, entre USD 0,50 y 1 el m² de construcción.