Redacción Sociedad
El lunes se posesionó la segunda directiva del Consejo Consultivo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes. Joffre Vélez, de Pichincha, fue posesionado por el Consejo Nacional Electoral como presidente. Thalía Paqui, de Zamora Chinchipe, vicepresidenta; Diego Pereira, de El Oro, secretario; y María Cabrera, de Azuay y Juan Carlos Quevedo, de Galápagos, vocales.
Por dos años estos niños dirigirán el Consejo creado en el 2007 como lo estipula el Código de la Niñez y Adolescencia, máximo organismo público de consulta y representación.
Los nuevos dirigentes entregaron un mandato a las autoridades de la Asamblea Nacional y Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies). También será remitido a la Presidencia. El documento fue elaborado por 100 representantes de los Concejos Cantonales de las 24 provincias del país. Ellos se reunieron en una asamblea, en Quito, el 12 y 13 de este mes.
Una de las primeras acciones de Joffre Vélez será definir el financiamiento para el Consejo. El convenio firmado en 2007con el Instituto del Niño y la Familia (Infa) a través del cual se comprometió a apoyarlos, culmina a fines de mes. Según Vélez, en los últimos meses han tenido poca apertura del Infa y MIES.
Vocal
Juan Quevedo, 12 años
Los niños y adolescentes deben tener voz y voto
En participación pedimos que el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia garantice la incidencia política del Consejo Consultivo, que tengamos voz y voto en la toma de decisiones en los procesos de transformación que vive el país.
Hasta hace dos años como organismo no se nos tomaba en cuenta, poco a poco hemos conseguido que se escuche nuestra voz. Los adultos tomaban decisiones sin consultarnos y nos hacían un daño porque desconocían nuestra realidad. Para reforzar lo conseguido proponemos la creación de más Consejos Consultivos Cantonales, en el país hay 140.
Vocal
María Cabrera, 11 años
Más difusión de nuestras actividades
Los niños y adolescentes demandamos espacios permanentes de difusión en los diferentes medios de comunicación del trabajo que hacemos. Los niños no somos tomados en cuenta en la radio, televisión… Nosotros aparecemos en las noticias solo cuando hay hechos de violencia y maltrato.
Las cosas buenas que realizamos o conseguimos no son de importancia para los medios. Esto nos desmotiva, queremos estar presentes como actores y no como víctimas.
Esta falta de difusión nos perjudica porque nos priva de espacios en los que podemos dar a conocer nuestros derechos.
Vicepresidenta
Thalía Paqui , 14 años
El quichua y el shuar deben estar en las aulas
Nosotros pedimos que la educación sea integral, de calidad, calidez, gratuita y que no excluya a ningún niño o adolescente. En mi cantón Yanzatza lo que más se ve son niños trabajando porque sus padres no pueden enviarlos a la escuela.
Además, pedimos que se garantice la educación intercultural bilingüe, queremos que se incluya en la malla curricular al quichua y al shuar. No puede ser que se enseñe el inglés como segunda lengua y que a nuestras lenguas autóctonas no se las tome en cuenta. Además, solicitamos que se establezcan los códigos de convivencia en los establecimientos educativos.
Presidente
Joffre Vélez, 14 años
Un censo ayudará a conocer la realidad
En el Ecuador se conoce de forma general que somos más de cinco millones de niños, niñas y adolescentes. Pero no existen datos certeros sobre cuántos somos indígenas, cuántos vivimos en pobreza o cuántos dejamos de ir a la escuela…
Para conocer nuestra realidad exigimos un censo general de la niñez y adolescencia. El Consejo Consultivo solicita al Presidente de la República y autoridades competentes que hasta el próximo año se lo aplique en el país.
Esta información requerimos para emprender un trabajo integral, ejecutar veedurías y exigir las garantías a los derechos de la niñez y adolescencia.
Secretario
Diego Pereira, 15 años
Los niños pedimos una atención prioritaria
En salud reclamamos el funcionamiento descentralizado del Sistema Nacional. Es decir, que se amplíe la cobertura a zonas rurales, no solo en provincias grandes como Pichincha y Guayas. En parroquias alejadas ni siquiera hay farmacias.
Además, que los centros y hospitales estén bien abastecidos con medicamentos y profesionales capacitados. Exigimos que haya atención prioritaria a los niños, niñas y adolescentes en los centros públicos. Esta fue una petición de los compañeros de Esmeraldas y Manabí. A mí me pasó cuando por una caída me corté la cara. Esperé tres horas para que el doctor me cure.