En los conjuntos residenciales deben haber planes de evacuación

Redacción Quito
quito@elcomercio.com

En  los conjuntos y edificios residenciales los moradores son los encargados de organizar un plan de evacuación o contingencia. En el caso de que ocurran  terremotos, la comisión, directiva o administración debe contar con los recursos y la organización necesarios para alertar a todos los vecinos del edificio.

Según el Cuerpo de Bomberos, cada conjunto habitacional y edificio residencial debe colocar sistemas de seguridad para los usuarios. Así, lo principal en estas construcciones son las rutas de escape, lámparas para iluminación con baterías y alarmas en cada bloque.

Luis Heredia,  jefe de la Zona Norte de los Bomberos, explica que   de esta forma se simplifica la salida de las personas en una  emergencia. “Los vecinos saben por dónde deben bajar cuando la alarma suena, las escaleras se iluminan automáticamente por la luz a baterías y pueden ir rápidamente a un sitio seguro”.
 
Sin embargo, no todos los conjuntos residenciales y edificios cuentan con estos sistemas de autoprotección. En algunos casos, los habitantes del edificio no tienen listo un plan de evacuación por emergencia.
 
Eso sucede, por ejemplo, en el Parque Residencial El Recreo, en el sur de la ciudad. El lugar tiene escaleras de emergencia y sistemas de iluminación con alarma, pero aún no se han organizado planes de evacuación.

Fausto Carrera fue contratado por los residentes para administrar el conjunto. Según él, las tragedias que han vivido otros países los han obligado a colocar  estos sistemas.  Aunque asegura que a pesar de poseerlos, los vecinos no sabrían cómo evacuar y qué hacer en caso de que ocurriera un sismo.
 
Las escaleras de emergencia en ese parque habitacional no tienen señalización, salvo en la entrada subterránea. Lo que, según la Secretaría de Riesgos, es vital, pues las personas deben primero familiarizarse con el entorno para saber qué medidas tomar ante una catástrofe.

Lo mismo sucede en Casales Daniela, en el norte de la urbe. Allí, los sistemas de seguridad están instalados en los graderíos de la urbanización, pero la administración tampoco cuenta con planes de contingencia.

Shirley Cajas, una de las administradoras, dice que todas las medidas de seguridad se tomaron desde que se construyeron los ocho edificios. Pero la falta de organización se debe al aislamiento de cada vecino.

En la Guía Familiar  de Emergencias de la Biblioteca  Andina para Atención a Desastres (Bivapad) se señalan los pasos que los ciudadanos deben seguir para armar un plan de emergencia.

Según los datos de la guía, utilizada también por la Secretaría de Riesgos, este tipo de viviendas debe tener planes de emergencia familiares. En ellos se debe organizar un plan de acción que debe empezar por cada departamento   habitado  del conjunto.

Se debe, además, nombrar a ciertas personas para realizar actividades específicas. Una de ellas activará la alarma de emergencia, otra tomará los
documentos catastrales de cada familia y otra los transportará a los lugares seguros. Estos pueden ser parqueaderos abiertos, espacios verdes o algunas aceras. 

Para la Secretaría  de Riesgos es importante que los moradores del edificio o conjunto sean unidos. De esta manera,  se  podrán poner de acuerdo sin problemas al momento de  armar un plan. Deben conocerse entre los vecinos y saber todas las rutas de escape. Asimismo, es necesario organizar un botiquín de primeros auxilios, comida enlatada, documentos y artículos básicos.

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