El Supremo Tribunal Federal de Brasi anunció el pasado lunes la validación de los testimonios prestados por 77 exejecutivos de Odebrecht, la mayor constructora del país e implicada en el enorme escándalo de corrupción. Foto: EFE
La confesión masiva de exejecutivos de la constructora Odebrecht implicados en la red de sobornos de Petrobras, incluida en el expediente esta semana, puede sumar una ola de nuevas denuncias al mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil.
¿Qué se sabe hasta ahora sobre esta delación, apodada “la confesión del fin del mundo” o “la madre de todas las delaciones”?
La “Operación Lava Jato” (lavadero de autos) develó un sistema que drenó unos 6 000 millones de reales de la estatal (casi USD 2 000 millones) y ya ha llevado a la cárcel a decenas de grandes empresarios y políticos de primer plano.
El expresidente ejecutivo Marcelo Odebrecht, preso desde junio de 2015, está condenado a más de 19 años de cárcel por corrupción, lavado de dinero y pertenencia a una organización criminal.
Lava Jato fue iniciada por el juez de primera instancia Sergio Moro, considerado por muchos como un emblema de la lucha contra la corrupción. Sus críticos le reprochan un uso abusivo de las delaciones o confesiones premiadas y de las prisiones preventivas.
‘Departamento de sobornos’
Las confesiones prometen poner al desnudo un complejo sistema de financiación paralela de la política.
Odebrecht, que llegó a ser una de las mayores constructoras de América Latina, con una facturación de casi USD 40 000 millones en 2015, era solicitada para hacer donaciones de campaña a cambio de la aprobación de leyes de interés para el grupo o de ventajas en licitaciones con empresas públicas.
Según las investigaciones, Odebrecht organizaba esta contabilidad paralela a través de un departamento de la empresa denominado sector de Operaciones Estructuradas, bautizado por los investigadores como “departamento de sobornos”.
Temer y varios ministros mencionados
El contenido de las delaciones está aún bajo sigilo judicial, pero se filtraron algunos documentos, como el testimonio de un exvicepresidente de relaciones institucionales de la constructora, Claudio Melo Filho.
El ejecutivo detalla reuniones frecuentes con miembros de la cúpula del actual partido de gobierno, el PMDB (centroderecha), incluido el presidente Michel Temer, y la manera en que le solicitaban dinero para financiar campañas a cambio de favores políticos.
“El propósito de la empresa, así, era mantener una relación frecuente de concesiones financieras y pedidos de apoyo con esos políticos, en una típica situación de privatización indebida de agentes políticos, en favor de intereses empresariales, no siempre republicanos”, afirma Melo Filho en un extenso testimonio.
Cada político recibía un apodo, como ‘Babel’, ‘Cangrejo’, ‘Polo’ o ‘Ferrari’, que funcionaba como un código a la hora de registrar informalmente las transacciones.
Melo Filho afirma que en 2014 la empresa donó 10 millones de reales (unos USD 4,2 millones al cambio promedio de ese año) para campañas del PMDB.
Además de Temer, aparecen mencionados su jefe de gabinete Eliseu Padilha (‘Primo’), y el encargado del programa de inversiones del gobierno, Moreira Franco (‘Angora’). Todos ellos niegan las acusaciones.
También las niega el excandidato presidencial Aécio Neves, del partido centrista PSDB, que aparece citado en otra filtración publicada este jueves por el diario Folha de Sao Paulo.
Nuevas denuncias
Las delaciones de 77 exejecutivos ya fueron convalidadas por la presidenta de la corte suprema, Carmen Lucía, y están ahora en manos de la Fiscalía General, que debe decidir si presenta nuevas denuncias.
Las que conciernan a personas con fuero privilegiado (miembros de los tres poderes) serán tratadas por el Supremo Tribunal Federal (STF).
El expediente en esa instancia fue atribuido este jueves, 2 de febrero del 2017, al juez Edson Fachin, tras la muerte en un siniestro aéreo de Teori Zavascki, quien llevaba con mano firme el caso.
Sobornos fuera de Brasil
El sistema de sobornos se extendió a países de África y América Latina como Venezuela, Perú, Ecuador, México, Panamá, República Dominicana, Argentina, Colombia y Guatemala.
Según un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a partir de 2001 Odebrecht pagó unos USD 788 millones a funcionarios gubernamentales y partidos políticos en diversos países para garantizar contratos.
Odebrecht y su filial petroquímica Braskem fueron condenadas a pagar multas por un total USD 3 500 millones, con un porcentaje destinado a Suiza y Estados Unidos.