Al hablar por celular y conducir se puede perder un 70% de percepción. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Podría ser la última llamada de su vida aquella que contesta mientras está conduciendo. Aunque este tipo de distracciones es una de las causantes más comunes de accidentes, la necesidad de estar siempre comunicado se sobrepone en ciertos conductores.
Durante el año pasado, 8 032 personas fueron sancionadas por utilizar su teléfono celular mientras conducían. La cifra ubica a esta infracción en el sexto puesto de las más frecuentes en el Distrito.
La práctica se ha convertido en algo habitual. “Uno mira al frente, atrás o a los lados” y los conductores están utilizando el celular, dice Jesús Gómez, asesor técnico de seguridad vial de Aneta.
Para Gómez, aunque esta infracción está dentro de las diez más comunes, el escalafón de sanciones no refleja totalmente la realidad. Se encuentra en un puesto muy por debajo del que debería estar.
Conducir mientras utiliza el teléfono celular tiene menos de la mitad de los sancionados que se contabilizaron por no registrar el traspaso de dominio del vehículo… ¡y seis veces menos que exceder los límites de velocidad permitidos!
Una de las razones de estos resultados es que los agentes y las personas se han acostumbrado a esta práctica y no hay una fiscalización o supervisión adecuada del conductor en las vías públicas, cree el asesor vial de Aneta.
Julio Puga, director de Operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), afirma que el control es permanente en las vías y atribuye que esta infracción esté en el sexto puesto a dos razones.
La primera puede ser que las personas “estén tomando conciencia de los riesgos” que implica manejar y conducir al mismo tiempo y esto se revela en la reducción del número de infractores desde el 2010 hasta el momento.
Otra razón es que para que los agentes puedan sancionar, necesitan evidenciar la infracción. Esto quiere decir que se necesita una prueba gráfica del momento justo en el que la persona esté hablando o enviando un mensaje.
Al observar al agente, las personas bajan rápidamente el teléfono, lo que hace más difícil que la autoridad de tránsito pueda presentar una fotografía como prueba.
Queda en la conciencia de las personas el evitar usar el celular, más que por la sanción, por los riesgos que conlleva esta práctica, explica el Director de Operaciones de la AMT.
Cuando las personas sostienen su celular con una mano y conducen con la otra, pierden la posibilidad de reaccionar rápidamente ante un imprevisto, sin importar que la velocidad a la que vayan sea prudente.
Así lo explica el consultor en movilidad César Arias, quien también cree que esta es una práctica bastante frecuente.
La situación es aún peor cuando los conductores utilizan el celular para enviar o recibir mensajes, ya que destinan la mayor parte de su concentración a leer el texto y descuidan lo que está ocurriendo a su alrededor, dice Arias.
Utilizar el celular cuando el semáforo está en rojo o cuando el vehículo está detenido en el tráfico tampoco está permitido. Según Puga, en este punto es donde hay más discusiones porque las personas piensan y argumentan que si no están en movimiento significa que ya no están conduciendo.
Al detenerse, deben estar pendientes de las indicaciones de los agentes, de las señales de tránsito y de que no ocurra algún imprevisto. Es común que las personas no arranquen cuando el semáforo cambia a verde porque están más pendientes en enviar su mensaje.
De acuerdo al artículo 391, es permitida la utilización del dispositivo homologado de manos libres. Pero para Gómez, esto es igual de riesgoso porque la persona pierde concentración. Lo recomendable es estacionarse fuera de la vía.
No olvide
La sanción por utilizar el celular mientras conduce es una reducción de 3,5 puntos y el 10% de la remuneración básica.
Utilizar el dispositivo de manos libres está permitido mientras se conduce. No debe tratar de manipular o escribir.