Redacción Cuenca
El estiaje persiste en el Austro. Por la falta de lluvias considerables, la cota del embalse de Amaluza de la Central Hidroeléctrica no mejora.
Ayer se ubicó en los 1 972 metros sobre el nivel del mar, a 12 metros del mínimo operable y a 19 del máximo. Incluso, las 10 turbinas de Paute estuvieron apagadas entre las 02:00 y 05:00, para no consumir las reservas.
A las 06:00 se prendió una turbina y para mediodía estaban encendidas tres. Hasta las 13:00 generaron 1 152,4 megavatios/hora, que representa el 5,4% de la demanda nacional. En épocas normales aportan con el 35%.
El caudal promedio fue de 47,8 metros cúbicos por segundo. En la actualidad, los ríos Tomebamba, Tarqui, Yanuncay y Machángara tienen caudales mínimos. Esos afluentes alimentan a Paute.
La situación en la Central se agravó en las dos últimas semanas. A finales de noviembre e inicios de diciembre hubo lluvias en el Austro, que ubicaron al embalse de Amaluza en 1 980 metros.
Pero en las últimas semanas eso cambió. No hay precipitaciones fuertes, por lo que en ese lapso la cota bajó 8 metros. Por lo general, el estiaje en el Austro va de octubre a enero.
Incluso, por esta sequía se acudió a la fe religiosa en Cuenca. La mañana del miércoles llegó a la urbe la imagen del Señor de Girón, desde ese cantón azuayo, ubicado a 45 minutos al sur.
En el Austro se le atribuye el “milagro” de hacer llover. Según datos de la iglesia de Girón, la imagen es llevada a la capital azuaya desde 1905, cuando hay sequías prolongadas en la región.
Lo propio se hizo en 1907, 1914… y la última vez fue hace unos 30 años. Anteayer se le ofreció una misa en su honor, en la catedral de La Inmaculada.