El Banco Central proyectó que la economía crecería 3,15% este año, pero en julio redujo su pronóstico a 0,98%. El FMI estimó un crecimiento de -1% y la Cepal uno de 1%. En conclusión, el FMI y la Cepal son unos pesimistas con demasiada influencia: si no hubieran estimado ese mísero desempeño, con seguridad nuestra economía habría crecido 3,15%.
El Gobierno prevé un crecimiento de 6,8% para el próximo año. El FMI pronostica uno de 1,5% y la Cepal, 2,5%. En conclusión, se confirma, una vez más, la falta de solidaridad del FMI y la Cepal hacia nuestra patria.
El FMI y la Cepal estiman que la economía peruana crecerá al menos 5% el próximo año. En conclusión, estas instituciones son como la prensa corrupta y mentirosa: hablan mal de los buenos y bien de los malos.
Transparencia Internacional ubica al Ecuador en el puesto 146 en su clasificación de corrupción, detrás de países como Etiopía, Nigeria y Pakistán. En conclusión, es intolerable que todavía haya gente que tome en cuenta este tipo de informes, cuyos resultados están basados en percepciones, como las de la inexistente delincuencia en el país.
El Reporte de Competitividad Global coloca al Ecuador en el puesto 105 entre 133 naciones. En conclusión, esa clase de indicadores capitalistas perversos, de la calaña del Riesgo País, pretende seguir menoscabando el progreso alcanzado en los últimos años.
El Ecuador cayó tres puestos en el último ‘ranking’ del Índice de Desarrollo Humano elaborado por las Naciones Unidas. En conclusión, resulta que ahora hasta las Naciones Unidas conspiran contra la impoluta revolución ciudadana.
Freedom House ubica al Ecuador entre las 62 naciones del mundo donde sólo hay una libertad parcial. En conclusión, hay que impedir que estas instituciones extranjeras sin legitimidad, y que encima emiten informes de mala fe, sigan violando nuestra soberanía cual bombardero colombiano en Angostura.
En el reporte ‘Doing Business 2010’, que analiza los factores que inciden en el clima de negocios de cada país, el Ecuador ocupa la posición 138, cinco puestos más abajo que el año pasado, justo detrás de Irán. En conclusión, ya es hora de callar a estos organismos que, sin haber ganado ninguna elección, se creen con la potestad de manchar el buen nombre de los ecuatorianos, a diferencia del presidente Correa que nos trata con tanta consideración cada sábado.
Cuando la inflación se disparó en la Argentina, Néstor Kirchner cambió la metodología del cálculo. Ahora que la economía venezolana cae en recesión, el presidente Chávez propone modificar el cómputo del PIB. En conclusión, siguiendo la sabiduría socialista del siglo XXI, la próxima vez que le dé fiebre consígase un termómetro que sólo marque 36,5°C. Listo.