La garita de seguridad está llena de grafitis, pero en el interior del inmueble trabajan cuatro guardias en dos turnos. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Los resultados de una encuesta dirigida a 1 000 quiteños serán la base para una propuesta que busca darle vida al ex Registro Civil, en Turubamba.
Once organizaciones juveniles, artísticas y barriales se proponen recuperar ese espacio para convertirlo en un punto de encuentro de la comunidad.
Desde noviembre del 2013 el edificio está vacío y su estado preocupa a los vecinos. Según Fanny Guato, del Comité pro Mejoras de Turubamba Alto, la iniciativa nació de los jóvenes. “Los adultos nos quedamos sin respuesta, pero los jóvenes dijeron: nos tenemos que mover”.
Entre las opciones que constan en las encuestas están: canchas, parque, centro cultural, casa barrial, centro de capacitación, espacios comerciales, parques temáticos o unidades de salud. La idea, según Christian Vicente, del colectivo C3 Arquitectura Integral, es recuperar un sitio que se ha convertido en un foco de inseguridad.
El desagradable olor a orina se percibe apenas se llega a la vereda de la calle Cusubamba. En el ángulo entre la acera y el cerramiento hay hierba y plantas que crecen sin control. En un rincón hay una mancha de una sustancia oscura y viscosa.
Dos perros callejeros blancos tienen su pelaje gris por la suciedad. Antes de acostarse sobre la hierba, dejan una señal de su paso por la vereda. Los transeúntes se fijan para esquivar el excremento y no ensuciar sus zapatos.
Las paredes del edificio vacío están llenas de grafitis. Hay rejas torcidas, tubos oxidados y pedazos de techo regados y mezclados con ropa en el piso.
El edificio se deteriora desde que el Registro Civil se mudó al Quicentro Sur. Fue tras una advertencia de riesgo, por la inestabilidad del suelo que afectó a casas en Turubamba Alto. Con el tiempo, las oficinas antes llenas de usuarios en busca de cédulas o copias de partidas se volvieron un refugio temporal de indigentes.
En la esquina de la calle Cusubamba y la avenida Teniente Hugo Ortiz están abandonados 14 locales donde antes se vendía comida. Algunas bancas y mesas de concreto están rotas. “Se han robado hasta eso”, cuenta Vicente y añade que solo a veces una comerciante abre su local.
Es una propiedad estatal, explica Juan Zapata, secretario de Seguridad del Municipio, por lo que no están autorizados a interferir en el uso del predio. Pero explica que el Comité de Operaciones de Emergencia ha sacado a indigentes del edificio. Se hacen visitas periódicas, señala, para evitar que se adueñen del sitio.
Según Zapata, se constató que han robado puertas para poder entrar. Por eso, cada vez que se considera necesario, se hacen operativos para sacar a quienes incluso han pintado grafitis o causado daños.
El terreno donde funcionaba el Registro Civil era de propiedad del Banco de Vivienda, que lo había entregado en comodato. Extraoficialmente se conoció que el Registro Civil revirtió el comodato al Banco, que hoy está en liquidación. En una carta con fecha 12 de mayo, la entidad encargada de los bienes del Estado, Inmobiliar, respondió a los jóvenes que estaba en proceso la transferencia de dominio desde el Banco para Inmobiliar. “Perfeccionada dicha transferencia se determinará el mejor uso”, cierra el documento firmado por Susana Gualoto, directora de Administración y Análisis y Uso de Bienes.
Aunque las cifras de la Policía sobre aprehensiones en el subcircuito Barrio Nuevo 3 han bajado en los últimos años, el comandante de la zona Eloy Alfaro, Sonny Salinas, señala que un espacio de estas características aumenta la percepción de inseguridad en la ciudadanía, debido a que atraen a gente para actividades irregulares.
En mayo pasado se recibieron 619 llamadas de auxilio al ECU-911, principalmente por sospechosos, libadores o escándalo público.
Además, la zona carece de suficiente equipamiento urbano, dijo el catedrático Fernando Carrión. Por ello cree que si ese predio puede ser usado para actividades culturales, de ocio y esparcimiento sería positivo para la comunidad. Agrega que se deben hacer estudios de suelo, pero hacer un parque o un centro cultural “podría ser una forma de reciclar y recuperar el espacio”.
En contexto
En el 2010, las oficinas del Registro Civil de Turubamba fueron remodeladas, pero debieron ser abandonadas en noviembre del 2013 debido al riesgo que hay en el sector por las condiciones del suelo. Los moradores ven al edificio como un espacio inseguro.