Gloria Siza participará con su hijo en la cabalgata de las llamas que se hará este sábado. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO
Los indígenas de las comunidades Sacha, Cumbijín y Leivisa, en Cotopaxi, celebrarán el Día Mundial de los Humedales en los páramos del Parque Nacional Llanganates. La fiesta está prevista para este sábado 7 de febrero.
Una de las actividades más atractivas será la competencia de camélidos. Además, habrá un ritual en la zona de amortiguamiento del área protegida del parque, que abarca Pastaza, Napo, Cotopaxi y Tungurahua.
Los chamanes de la zona realizarán un círculo con piedras, flores y plantas nativas. En la mitad ubicarán la cruz andina en dirección a los cuatro puntos cardinales. El sanador será el encargado de agradecer a la ‘Pacha mama’ o madre tierra por el líquido vital.
El Llanganates fue declarado como sitio Ramsar por la Unesco en el 2008. El dirigente Jorge Naula explica que los habitantes se alarmaron al tener sequías prolongadas. En los días de lluvia el agua bajaba y arrasaba con los sembríos. El dirigente recuerda que la comunidad hizo mingas, prohibió la caza y promovió el cuidado de las plantas nativas.
“Ahora nos dedicamos a cuidar y evitar que se dañe la zona. El evento será un recordatorio de lo que tenemos y daremos charlas a los compañeros”.
Para la fiesta organizaron la elección de tres camélidos símbolos que presidirán las festividades durante el año. Las llamas, al igual que los humedales, son imprescindibles en el hábitat de los páramos.
Naula dice que las pequeñas pezuñas de los animales no provocan daños al suelo. Además, los camélidos son utilizados por los niños para viajar entre la casa y la escuela y por los adultos para sacar sus productos a los poblados cercanos.
En el lugar, alrededor de 700 familias se dedican a la producción de leche, siembra de maíz, habas, mellocos, papas y la crianza de animales menores.
Nelly Naula, habitante de Sacha, es una de las más entusiastas por el programa. La campesina, de 36 años, explica que su llamingo lucirá una colcha roja sobre su lomo y un lazo en su cuello. Invertirá USD 20 en la compra de los accesorios y la frazada decorativa.
Su llama tiene pelaje café con claros blancos en sus patas. “Es fuerte y corre duro. Espero que un sobrino de la familia pueda participar y ganar”, dice Naula.
El animal de carga también concursará en las categorías de la más simpática, original y decorada. Entre los premios están cobijas, alimentos, ponchos y recuerdos del sector.
Otro de los habitantes de la zona, Claudio Peralvo, cuenta que la competencia tiene como objetivo concientizar sobre el cuidado de los páramos y agradecer a la naturaleza por el agua. “Además, queremos mostrar las gastronomía y producción ganadera del sector”.
Peralvo, de 51 años, recuerda que antes de ser declarado Parque Nacional Llanganates la caza de venados, osos y otro tipo de animales era innumerable. Otro de los problemas era la destrucción de los humedales por el ganado bravo. “Sus gruesas pezuñas destruyeron gran parte de las esponjas que retienen el agua, lo que produjo sequía en algunas zonas a pesar de las constantes lluvias”.
Las comunas involucradas en la fiesta se localizan en el sector norte de los Llanganates.
Para arribar a las poblaciones se debe circular por el Corredor Turístico Salcedo-Tena. La cabalgata se iniciará en el sector de Chagrasacha y llegará a las orillas de la laguna de Anteojos, ubicada a 4 100 metros sobre el nivel del mar.
Alrededor de 500 metros deberán correr los niños montados sobre los camélidos. Para Ramiro Tamayo, guardaparque de los Llanganates, el torneo se desarrollará en zonas de amortiguamiento. “Con estos programas los ayudamos a concientizar y evitar el daño”.
En contexto
La celebración indígena se realiza por el Día Mundial de los Humedales en los páramos del Parque Nacional Llanganates. El agua de la zona es utilizada por 700 familias que se dedican a la producción de leche, siembra de maíz, habas, papas y crianza de animales.