Compromisos del Fisco con el IESS sumarán 5 000 millones en el 2019

La brecha actuarial del IESS sube de USD 20 464 millones a 62 767 millones sin el 40% del Estado. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La brecha actuarial del IESS sube de USD 20 464 millones a 62 767 millones sin el 40% del Estado. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Analistas financieros proponen recortar el gasto público y replantear la deuda para cubrir el aporte del 40% anual para las pensiones del Seguro Social. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Para el 2019, el Estado mantendrá compromisos con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por cerca de USD
5 000 millones.

El pasado miércoles, 21 de marzo del 2018, la Corte Constitucional determinó que debe restituirse el aporte fijo estatal del 40% al IESS, a partir del 2019. Esto representará más de USD 1 000 millones ese año. Adicional a eso, el Estado mantiene una deuda por las atenciones médicas a personas de la tercera edad o con enfermedades catastróficas, que hasta junio del 2017 se ubicaba en USD 2 880 millones, según la Contraloría. El presidente Lenín Moreno ofreció empezar a pagar ese rubro desde el próximo año.

A esos rubros se suman las obligaciones en curso de salud. Según las proyecciones del IESS, el monto que el Estado debe aportar anualmente para cubrir esas prestaciones de salud bordea los USD 500 millones. De ahí que este año y el siguiente los compromisos con el fondo de salud ascenderán a USD 1000 millones. No obstante, en su presupuesto 2018 el Estado no incluyó ningún monto para este seguro.

El exministro de Finanzas, Carlos De La Torre, es partidario de que aún se debe definir con claridad el monto de la deuda en el tema de salud. Recordó que existe una comisión técnica integrada por Finanzas, el Ministerio de Salud Pública y el IESS para tratar este tema y que debía tener determinado ese monto para fines de este mes.

“Tienen que hacerse los computos exactos, en la medida de que hay compensaciones. No solo el IESS ha prestado servicios de salud a usuarios que debieron haber acudido al Ministerio de Salud. También, la Cartera ha prestado servicios a afiliados del Seguro Social”, subrayó.

Sobre el plazo para el pago de la deuda, De La Torre y José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), coincidieron en que debe establecerse un cronograma de pago con plazos a varios años.

“Va a tener que ser un pago en un plazo no menor a cinco años para dar oxígeno a la caja fiscal”, señaló Hidalgo.

Para cubrir los pagos al IESS, los analistas financieros plantean varias alternativas.

Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, dijo que es prioritario bajar el gasto público con un replanteamiento de la deuda, interna y externa para bajar el monto por intereses de USD 3 000 millones a unos 1 000 millones.

Otra manera de reducir el gasto, según Pozo, es cumplir con el pedido del presidente Lenín Moreno de reducir los egresos de ministerios y entidades públicas entre un 5 y 10%. “Con bajar el 10% ya se tienen USD 3 000 millones adicionales”.

El director de Cordes también propone un recorte de gastos. “Tenemos un gasto en sueldos y salarios del Presupuesto del Estado que ronda 10 puntos del PIB (producto interno bruto), es demasiado, deberían recortarse al menos en medio punto del PIB durante los próximos 3 años”.

A su juicio también hay entidades que no están dando los resultados que deberían, por lo que considera que en algunos casos deberían eliminarse, por ejemplo, el Instituto Espacial Ecuatoriano y el Instituto de Saberes Ancestrales. En otros se puede recortar su tamaño, como la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo.

Para De La Torre, el aporte del 40% genera un “gravísimo problema” en el manejo de las finanzas. “En este momento la caja fiscal necesita ingresos netos adicionales de entre USD 2500 millones y 3000 millones. Con lo del IESS necesitaría más de 4000 millones adicionales”, indicó.

Le preocupa que el Gobierno se vea forzado a incrementar impuestos o a recortar gastos en inversión, con el riesgo de ponerle un freno al crecimiento de la economía, lo que califica de “grave”.

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