Hace 16 años, Paúl Proaño terminaba su carrera de ingeniería en Mercadotecnia. Tenía 26. Trabajaba en una comercializadora de repuestos automotrices colocando llantas. Hace ocho años se independizó y abrió su negocio.
Lo recuerda ahora, con 42 años, mientras recibe a clientes en Poll Llanta, en las avs. 10 de Agosto y El Inca. En la zona hay otros 20 locales en donde también se expenden neumáticos.
Cada unidad puede costar desde USD 58 hasta más de 80, si son deportivas. Cuando empezó, en su primer local vendía dos juegos (ocho llantas) a la semana, ahora 40 por día. En un local contiguo ofrece alineación y balanceo cada 10 000 km.
En Quito hay 150 000 locales comerciales, entre formales e informales, buena parte son tiendas y depósitos de abarrotes, según las estadísticas que maneja Blasco Peñaherrera, de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ).
Este gremio agrupa a 20 000 socios, 10% del sector. La mayoría son medianos y pequeños, entre los que está Poll Llantas. Pero la CCQ también registra al 45% de grandes, como Supermaxi y Fybeca.
Por el volumen de personas dedicadas al comercio, el Censo Económico del INEC 2010 ubica a esta actividad como la más importante de esta urbe, de 2,2 millones de habitantes.
En el primer trimestre de este año, el comercio aún se ubica entre las cuatro actividades de más peso, pero no es la que más recursos mueve, Así lo revela ‘Quito en Cifras’, elaborado con las encuestas del INEC y del Centro de Estudios Ciudad del Municipio, con base en datos del Banco Central. En este estudio se midió el valor agregado, es decir, la productividad.
Las 13 actividades que se desarrollan en Quito, en 2013, generaron una productividad o un valor agregado de USD
13 669 millones (ver cuadro).
En la lista predominan las profesionales, específicamente realizadas por auditores, contadores y corredores de bienes raíces. Estas generaron un valor agregado de USD 3 400 millones, seguidas de la industria manufacturera. En tercero y cuarto lugares están el transporte y el comercio, respectivamente. También pesa lo relacionado con la construcción; el servicio público, la enseñanza y la salud.
José María León, investigador del Instituto de la Ciudad, aclaró que “en las actividades comerciales existe gran número de personas ocupadas, pero los recursos que generan no superan lo que obtienen quienes desarrollan actividades profesionales. Esto se hace de forma independiente, como consultorías, hacia la sociedad civil o para el Gobierno”.
En ese sentido, Augusto Barrera, el exalcalde, aseguró que los actuales estudios rompen con la visión de que es una ciudad de burócratas y solo la capital política. “Hay un tejido empresarial importante”, aseguró en una charla que brindó en Flacso, donde es maestro.
El volumen empresarial y el movimiento comercial de Quito la convierten, según el Directorio de Empresas, presentado por Senplades y el INEC, en la “capital económica del país”.
En Ecuador existen 733 977 empresas. El 19% está en la capital y el 14% en Guayaquil. Las firmas quiteñas vendieron USD 68 797 millones hace un par de años, según este Directorio. Mientras que las empresas de Guayaquil, Durán y Samborondón juntas, vendieron 42 445 millones ese año. Quito lidera tanto en ventas nacionales como en exportaciones.
Las actividades manufactureras se desarrollan, generalmente, en casas. En La San Cristóbal e Isla Floreana, en el norte, se producen los bombones de La Chocolateca, desde hace 36 años.
Es una pequeña empresa con 12 empleados y el próximo año se mudarán al sur, a una nueva planta. Ahora producen unos 1 500 kilos de chocolate al mes. Cubren el 20% del mercado quiteño, según Juan Diego Guzmán, subgerente. Están en tres islas en el CCI, Jardín y Scala de Cumbayá. Y se ubican en otros cuatro locales.
La Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha tiene 1 500 socios. El 70% está en Quito. La mayoría son micros, pequeñas y medianas empresas, dedicadas a la metalmecánica, la química, lo textil y lo alimenticio.
Otro sector que crece sostenidamente es el inmobiliario. Según Barrera, en los últimos tres años se aprobaron 9 000 permisos de construcción. ‘Quito en Cifras’ muestra que el 60% de licencias fue para nuevas construcciones.
Esa expansión la confirma Miriam Sánchez, presidenta de la Federación Nacional de Corredores de Bienes Raíces. Es una de las profesiones que lidera el ‘ranking’ de actividades desarrolladas en la urbe.
En la ciudad hay 1 000 profesionales con licencia para ejercer el oficio, en el que Sánchez trabaja desde hace 30 de sus 52 años. Pero hay cerca de 4 000 más en la rama, sin papeles.
A veces se siente ‘taxista ejecutiva’, pues lleva en su auto al posible comprador a diferentes puntos para mostrar inmuebles. En medio de la entrevista atiende una llamada para que encuentre una propiedad. Averigua cuál es el presupuesto y si usará o no crédito del Biess.
La comisión que cobran los corredores por un trato cerrado llega al 8% del valor del inmueble. Aunque acá se arregla por el 4%. Serían USD 2 600 por una vivienda de 65 000.
Otra actividad que pesa es la transportación. Jorge Yánez, de Translatinos, tiene 18 años en este sector de sus casi 65. Tienen 116 buses y más de 150 colaboradores. Mueven 90 000 pasajeros diarios.
Esta empresa ya no tiene cobradores, un sistema tecnológico en las puertas del bus registra cuando un usuario sube. En cada uno trabajan cuatro personas de forma directa y ocho indirectas. En la ciudad hay 3 100 buses. La transportación y lo relacionado con la información, generó USD 1 592 millones en el 2013.
En contexto
En marzo, la tasa de ocupación en Quito llegó a 67,65%, según el INEC y el Instituto de la Ciudad. La canasta familiar básica fue de USD 635,54. Apenas 3,35 más que el valor a escala nacional. El ingreso mínimo fue de 634,67. Al hogar promedio le faltarían 0,87.