Colonización israelí avanza en Jerusalén pese a condena generalizada

Jerusalén Este, AFP

Las organizaciones de colonos israelíes echan mano de todo tipo de recursos en Jerusalén Este para hacerse con las casas de los palestinos y reforzar el “carácter judío” de la Ciudad Santa, a pesar de las protestas palestinas e internacionales.

Ayer, Estados Unidos y la Unión Europea expresaron su reprobación ante la licitación israelí de 700 viviendas en la parte oriental de Jerusalén, de mayoría árabe y anexada por Israel en 1967.

“Aquí es nuestra patria y nadie más tiene derecho”, afirmó Daniel Luria, director de la asociación Ateret Cohanim ("La Corona de los sacerdotes"), que desde hace más de 30 años se dedica “a la renovación de la vida judía en Jerusalén”.

“Se ha restablecido una presencia judía en el barrio”, se felicitó, mostrando una casa adquirida a palestinos en el sector musulmán del casco antiguo.

Ateret Cohanim ha hecho que 900 israelíes se instalen en el casco antiguo, que se suman a los 3 100 radicados en el barrio judío. En total 270 000 palestinos y 200 000 israelíes residen en Jerusalén Este.

Para Israel, Jerusalén, incluida la parte oriental cuya anexión no fue reconocida por la comunidad internacional, es su capital “eterna e indivisible”.

Los palestinos quieren, por su parte, que Jerusalén Este sea la capital de su futuro Estado.

“Luchamos por Jerusalén. Si no la protegemos, el pueblo judío estará amenazado. Por eso compramos más y más tierras en Jerusalén Este”, reconoció Arieh King, responsable del fondo de inversiones Israel Land Fund. Otras organizaciones sionistas, como Ataret Cohanim, Nahalat Shimon y Elad, tienen el mismo objetivo.

King precisó haber adquirido 21 propiedades e instalado a 11 familias en el lado Este.

“Su objetivo es judaizar Jerusalén Este para que una división en dos capitales para dos Estados (palestino e israelí) sea de hecho imposible”, explicó Orly Noy, de la ONG israelí anticolonización Ir Amin ("Ciudad de los pueblos").

Según ella, se trata de “expulsar a los palestinos de Jerusalén Este e inclinar el equilibrio demográfico en favor de los judíos”.
Arieh King compra propiedades directamente a los palestinos o mediante intermediarios, algo que a veces es indispensable pues la venta a israelíes es considerada como una “traición” por los palestinos. Los fondos provienen de Estados Unidos, Australia o Europa.

A veces, incluso ayuda a los palestinos que quieren emigrar para que obtengan los documentos administrativos necesarios y un empleo en el extranjero a cambio de la venta de sus bienes.

Israel Land Fund también trabaja para recuperar bienes que pertenecieron a judíos antes de la creación del Estado de Israel en 1948, a menudo con procesos judiciales que culminan con la expulsión de las familias palestinas.

“Muchas propiedades pertenecientes a judíos fueron abandonadas y ocupadas ilegalmente por árabes (entre 1948 y 1967) y tratamos de que los invasores se vayan”, destacó King.

“Quieren expulsar a los palestinos de Jerusalén”, replica Nabil Al Kurd, de 65 años, al que una acción judicial le privó de una parte de su vivienda. La familia de este refugiado de la guerra de 1948 vive en ella desde 1956.

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