Colombia, esa paz esquiva

Desde la Zona de despeje, en tiempo de Andrés Pastrana, hasta las conversaciones de La Habana ha llovido.

El diálogo de paz entre el Gobierno y la guerrilla terrorista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) empezó el 2012. Hoy, la angustia de tiempos muertos, avances y frenazos a raya está marcada por las acciones bélicas sangrientas de los guerrilleros y la muerte de un negociador de las FARC en una incursión del Ejército.

La revista Semana recuerda que siempre se negoció bajo fuego. Eso añade complejidad.

La historia de Colombia transitó por las disputas violentas del bandolerismo, las facciones conservadoras y liberales, y el asesinato de Eliécer Gaitán. El nacimiento de las FARC data de 1964.

El triunfo de los barbudos de Sierra Maestra en Cuba en 1959 dio a las guerrillas velocidad y aliento, a más de entrenamiento militar y doctrina política.

La inequidad entre el campo y la ciudad y las condiciones del entorno latinoamericano en plena Guerra Fría cebaron el surgimiento de varios grupos guerrilleros. Se buscaba la toma del poder por las armas y tuvieron en ascuas a la gente común y al establecimiento político y económico durante años. Ese vértigo no acaba.

El expresidente Virgilio Barco selló un acuerdo de paz con el M 19 que superó otros intentos fallidos. Unión Patriótica, brazo político de las FARC, vio morir a 5 000 militantes, entre ellos dos candidatos presidenciales.

Luego vino la intromisión de los guerrilleros en el narcotráfico. La perspectiva de tomar el poder se alejaba por un nuevo statu quo.

El expresidente Pastrana fracasó en aquella Zona de despeje. Con Álvaro Uribe vino una lucha contundente. El Ejército logró debilitar el poder militar de los guerrilleros y fracturar sus comunicaciones. Las FARC, heridas, optaron por la negociación.

El presidente Juan Manuel Santos vio que la victoria militar contra los insurgentes era imposible y empezó este tortuoso camino, cuya meta todavía no se vislumbra.

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